miércoles, 25 de noviembre de 2015

Caricias




















El sonido de unos puños golpeando una puerta resuena en lo más profundo de sus sueños. Mary se despierta asustada. Respira aliviada al comprobar que está en la habitación del motel junto a la playa. Se dirige al  baño para refrescase la cara. Se mira en el espejo. Instintivamente, saca del neceser el maquillaje para tapar los moratones que van tornándose amarillentos. Destapa el bote y tira el contenido en el lavabo. Observa cómo se desliza por la cerámica creando caprichosas formas. El rumor de las olas la trae a la realidad. Abandona la habitación y cruza desnuda  la arena. Sonríe mientras siente su piel erizarse al adentrarse en el mar. Hace tanto tiempo que nadie la acaricia con tanto mimo...