Adam entorna los parpados mientras sus dedos avanzan despacio por el cuerpo
metálico de su viejo saxofón. Lo guarda en el estuche, mientras escucha, dentro
de su alma, una melodía silenciosa de amor y despedida Las lágrimas asoman
a sus ojos cuando lo cambia por los billetes que necesita para sobrevivir.
James coloca con delicadeza el instrumento
en el escaparate de su tienda de compra-venta. Siente que los objetos que él
obtiene tienen historia y acumulan sentimientos.
Rudy camina distraído hasta que un brillo
dorado llama su atención. Se acerca. Tras el cristal encuentra el saxo que
siempre ha soñado poseer. Sus ojos se iluminan y saca de su bolsillo los
últimos dólares que le quedan para comprar sus sueños.