sábado, 28 de abril de 2012

LA TRAMPA

















“La calidad de un pintor depende de la cantidad de pasado que lleve consigo.” 
(Pablo Picasso).............…..

La trampa


Apenas hay colores en el arco iris que se filtra a través del techo que les sirve de precario abrigo. Ni azul, ni verde...tan solo ocres que realzan sus figuras y se extienden, por paredes y ventanas, arrastrando su dolor y desesperación hacia las sombras.

Ensayo sobre la pobreza iluminado por una trémula vela que apenas resiste, si no fuera alimentada con lo único que poseen, el oxígeno. El mismo con el que nutren, también, sus lágrimas.

Ocres, grises y  marrones.

Trampa en la que esconde la vida su miseria.



jueves, 5 de abril de 2012

PESADILLAS



















Fran se levantó cansado, tras otra noche de pesadillas. Desde hace tres semanas se repetía el mismo sueño cada noche. Apenas dormía y el cansancio comenzaba a deteriorar, no solo su rostro marcando unos ojos hundidos y ojerosos, sino también su salud. No entendía por qué las pesadillas se producían, pero sí sabía, con exactitud, cuándo comenzaron. Recordó a su madre tirando, sin querer, el salero sobre la mesa y las bromas sobre la mala suerte que acarrearía. Recordó el principio de todo.

Fran se duchó y, tras vestirse, cogió la tarjeta que había dejado el día anterior en la cómoda y donde se podía leer:


VIDENTE Y TAROTISTA SIN PREGUNTAS

Montufar


Vidente de nacimiento y tarotista de profesión.
Médium real e interprete de sueños.
Realizo cartas astrales, curo el mal de ojo...
Filtros de amor garantizados.

Genaro Riestra 27, 1B (Barcelona)


Salió de casa, subió a un taxi y, en menos de 15 minutos, se encontró frente al portal. Fran no creía en supersticiones, pero era lo único que le quedaba por probar. Quizás en la interpretación del sueño hallaría la clave de lo sucedido. Subió las escaleras y llamó a la puerta. Una voz le invitó a pasar: “Adelante. espere un minuto por favor, ahora mismo le atiendo.” Fran entró a una sala de espera, amplia, con decoración jamaicana y un penetrante olor a sándalo. No le dio tiempo a sentarse cuando un hombre se acercó desde el fondo del pasillo.

Buenas tardes, soy Montufar, ¿en qué le puedo ayudar?
Verá, señor Montufar, quisiera que me ayudara a comprender un sueño... Bueno, para ser más exacto, una pesadilla.
¿Y ha tenido esa pesadilla una sola vez o es recurrente?
Todas las noches desde hace tres semanas.
Bien, cuénteme, hábleme de ella...
— Es de noche y me encuentro en mi habitación escuchando música, cuando me doy cuenta de que, sobre la mesa, hay un puñado de sal. Me acerco y observo cómo los pequeños fragmentos cristalizan y aumentan de tamaño a gran velocidad, como si en lugar de un mineral inerte, fueran una plaga de microorganismos colonizando un espacio. A la vez los cristales de sal se desplazan, lenta pero inexorablemente, por la habitación y todo lo que alcanzan a su paso: paredes, muebles, suelo...se llena de una costra blanquecina. Toco a uno de ellos y siento como me quemara la piel. Me subo a la cama, aterrorizado, pues es el único espacio que se mantiene limpio. Y grito, grito con todas mis fuerzas. Mis padres abren la puerta pero se mantienen expectantes, sin entrar y, desde el dintel, parece que me dicen algo que no alcanzo a escuchar. Mientras, los cristales se multiplican, se acercan, me circundan. Están en todas partes a mi alrededor. La patas del somier, la colcha, las sábanas...Están a tan solo veinte centímetros, a menos, estoy rodeado completamente por la sal. Miro a mis padres, asustado, despavorido, pero ellos sonríen. Y ahí es cuando me despierto.
¿Cuántos años tiene?
Cuarenta y cinco.
¿Y vive usted sólo?
No, con mis padres.
Pues el mensaje está claro “SAL de casa de una vez. “ Eso lo que sus padres le dicen sin hablar.
Pero sonríen...
Claro. Ellos saben que es un sueño.