Irina creó un doble cuerpo en el que, cada día, vaciaba su alma para escapar de la realidad. Hoy, el otro cuerpo había tomado una decisión: se enfrentaría a Mickey. No soportaría más maltratos ni violaciones de los clientes. Si, violaciones, ¿qué otro nombre poner al sexo no consentido?
Decidió entrar al club por el callejón. Unos perros rebuscaban entre los cubos de basura y, al mirarlos, algo llamó su atención. Tendido en el suelo estaba el cadáver de Mickey. Un ajuste de cuentas o alguien que se cansó de esperar justicia habían acabado con su vida.
“No me alegro de tu muerte, pero no seré yo quien lleve flores a tu tumba.” dijo mientras unía su memoria al cuerpo ausente.
Qué duro!!! pero qué bueno en tan pocas lineas este relato Mari Carmen!! Un abrazo
ResponderEliminarEs duro, Winnie, pero por mucho que nos imaginemos el infierno que tienen que sufrir esas mujeres seguro que es mucho peor.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo, veloz compañera.
A mi me parece un texto muy significativo. Algunos hablan de justicia poética, otros de justicia divina... yo simplemente digo que, en ocasiones, hay que dejar que las cosas pasen, porque ocurren por una justa razón. Créeme, cariño, yo tampoco llevaría flores.
ResponderEliminarBeso!!
Qué impactante el contenido de este microrelato. Decir tanto en tan pocas líneas deja patente lo bien que escribes corazón.
ResponderEliminarMe ha encantado ese final "...mientras unía su memoria al cuerpo ausente"; es todo un verso que llega muy dentro. ¡Muy bueno!.
Un abrazo mi niña. Ha sido una grata sopresa el encuentro
Acaso la gran injusticia sea que Irina estuviese tan atrapada que teniendo opción de no volver al club-entreleo que no está secuestrada como lo están, desgraciadamente, en otros muchos casos-no le quedase otra alternativa que hacerlo.
ResponderEliminarMari Carmen buena elección la del doble cuerpo para llevarnos, inteligentemente, a intuir el esfuerzo por la superación del dolor y la humillación.
Un abrazo.
¡Me dió escalorfríos!
ResponderEliminarBesos mil.
Querida Mª Carmen: veo que no solo a mi me ha impactado tu relato.
ResponderEliminarCreemos en la "Ley del Boomerang". Por eso la vida solo te tiene guardadas cosas buenas: el bien se cobra en bien.
Me ha gustado mucho. Espero que nunca te llames Irina.
Un beso enorme.
Me encanta Atxia. La justicia a veces , la mayoría, se realiza con actos como éstos...
ResponderEliminarLaura, me cuesta aceptar, por el caos que se vislumbra, que las cosas pasan por una razón justa. Pero quizás tengas razón y sea un rayo de esperanza.
ResponderEliminarNo creo en la justicia divina, dudo de la de los Hombres... Pero quizás si pueda creer en la justicia poética. No en el sentido con el que se dice habitualmente, sino, desde la conciencia de lo que es justo, poder utilizar la poesía para denunciar o evidenciar lo que ocurre a nuestro alrededor.
Gracias por tus palabras. Te creo, cómo no hacerlo...sé que no llevarías flores.
Besos y un fuerte abrazo.
Querida Rosa, es que la vida duele cuando la miras...Me alegro de que te haya gustado esa frase final, es muy importante para mí. Es la manera que tiene Irina de cerrar su círculo de dolor, de salir de su crisálida y volar.
ResponderEliminarGracias por tus palabras hacia mi escritura, tengo grandes maestros. No olvido tu “Manifiesto,” “Mis Sarajevo”...Como ya te he dicho, cuánto me queda por aprender.
Besos y un fuerte abrazo, corazón, siempre me alegra encontrarme con tu sonrisa.
Querida Alicia, en muchos de los casos la mayor injusticia se produce por un azar: el nacimiento. Si Irina no hubiera nacido en un país del este, en una familia en la que no veía más salida que la de trabajar fuera de su país, en la que su supervivencia dependía de unas promesas...no hubiera caído en una red de prostitución condenada a la inmovilidad, a protestar en silencio.
ResponderEliminarQué triste pensar que el nacimiento es la mayor injusticia, la mayor desigualdad, ¿Verdad?
En cuanto a lo del doble cuerpo, siempre me he preguntado cómo se puede soportar una situación como la de Irina. El sentimiento de supervivencia es fuerte en el ser humano, lo sé, y esta es la manera que creo que adoptaría para sobrevivir.
Gracias por tus palabras, por tu empuje...
Besos y un fuerte abrazo.
Muchita, siento que te haya impresionado el texto, pero a la vez no puedo dejar de alegrarme. No debemos acostumbrarnos al horror ni al dolor humano...La indiferencia aleja la esperanza de construir un futuro.
ResponderEliminarMe ha alegrado mucho tu visita.
Besos y un fuerte abrazo.
Querido Manuel, el relato impacta porque la misma imaginación que utilizamos para escribir, la usamos al leer, y el personaje deja de ser anónimo. Tiene voz, rostro y sentimos su dolor como si fuera nuestro.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y el cariño que hay en ellas. Yo también espero no llamarme Irina y ojalá no las hubiera en el mundo...
Besos y un fuerte abrazo.
Querida Carmen, por desgracia tengo que darte la razón. La mayoría de las veces la justicia no está en nuestras manos...pero que triste es pensar que no podemos hacer nada, excepto, quizás, aferrarnos a la idea de que la vida tiene maneras de renovarse.
ResponderEliminarGracias por venir, me ha hecho mucha ilusión este encuentro...
Besos y un fuerte abrazo
Muy bueno Mari Carmen, me gusta ese desdoblamiento de la persona, esa forma de separar de un cuerpo y llevar a otro el sufrimiento y la desesperación, como si de ese modo la protagonista fuera capaz de liberarse del infierno.
ResponderEliminarTe deseo un feliz día de tu santo, espero que lo pases muy bien con los tuyos y recibas muchos regalitos. Yo, desde aquí, te mando un beso.
Y un abrazo.
Maribel, ¿de qué otra manera podría Irina soportar un infierno en vida si no es vaciando el cuerpo y transportando el alma? He intentado ponerme tantas veces en la piel de aquellos que sufren... Creo que lo único que podemos hacer, cuando no podemos cambiar lo que nos produce sufrimiento, es adoptar una actitud que por lo menos lo aligere. El ser humano es increíble y, gracias a dios, sus mecanismos de defensa y superación también.
ResponderEliminarGracias, Maribel, por partida doble, por tus palabras hacia el texto y por tus buenos deseos para este día. No ha estado mal, lo he celebrado junto al mar.
Besos y un fueeerte abrazo.
Ser capaz de sintetizar tanto en tan poco no es posible si uno antes no ha pulido su escritura durante años. Felicidades por tu enorme relato lleno de sentido.
ResponderEliminarLuismi, en la escritura también plasmamos nuestra personalidad y cuando me conozcas, espero que sea pronto, verás que no soy excesivamente habladora. Supongo que ahí radica, en parte, mi capacidad de síntesis. En cuanto a lo de pulir mi escritura...estoy en ello, con vuestra ayuda lo conseguiré.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya llegado mi texto y agradezco muchísimo tu apoyo.
Besos y un fuerte abrazo.
Hola Mari Carmen,
ResponderEliminarHay tanta gente que vive dos vidas a la vez, la de verdad y la de mentira. Y no todos tienen la suerte de que el matón de turno acabe con sus problemas.
Creo que hay que empezar a pensar que la única manera de hacer felices a los demás pasa por ser felices nosotros primero.
Por cierto, genial relato.
Un abrazo.
Si, Jose, hay personas que viven una vida con dos caras. Pero prefiero pensar que, en la mayoría de los casos, viven una vida con una parcela personal para los sueños y deseos.
ResponderEliminar“hay que empezar a pensar que la única manera de hacer felices a los demás pasa por ser felices nosotros primero.”
Puede que tengas razón, desde luego parte de mi felicidad se fundamenta en la felicidad de los que quiero.
Gracias por tus pensamientos y compartir tu tiempo conmigo.
Besos y un fuerte abrazo.
Impactante, nadie puede quedar indiferente en la lectura de tu micro relato, sesga de inmediato el alma uffffff
ResponderEliminarGracias por el imperioso deseo al visitar tantas casas de tantos amigos. Parece que ambos os habéis contagiado del mismo rio Guadiana, Emilio Port y Mari Carmen.
Un tremendo abrazo.
Querida Mari Carmen:
ResponderEliminarEs duro el conflicto con el que hoy detienes nuestro pensamiento. Las dobleces suelen producir esas arrugas que producen tantas llagas. El cuerpo de Irina, el que decidió enfrentarse a Mickey, halló la justicia deseada por la sentencia que dictó el destino. Todos nos alegramos por su liberación. Pero ¿quedó libre, de verdad, de los malos tratos? ¿Su condición de víctima se extinguió con aquel suceso, consecuencia —sólo— de un deseo? Creo que no, y bien que lo siento. Tu protagonista sigue necesitando, frente a la batalla existencial, la ayuda imprescindible de un personaje agonista: la sociedad armada con un Derecho útil, capaz de acabar con el dolor de los débiles. Mal que nos pesa, tardará en llegar; o no llegará nunca. Así es la vida. ¡Perra vida!
Sigue mirando por ahí, y no dejes de dar fe de sucesos como éste. El mal que no se ve es el único que no se remedia.
Besos y abrazos, como siempre.
Alex
Rafael, qué alegría me proporcionan tus visitas. Menos mal que tengo otra plataforma en la que buscarte cuando te escondes y saber que estás bien.
ResponderEliminarEl relato es duro. ¿Ojalá fuera un invento de la imaginación, verdad? Pero es imposible maquillar la dura realidad de aquellos sufren.
Gracias por tu refrescante visita...
Besos y un fuerte abrazo.
Querido Alex, por desgracia no hay argumentos para rebatir tu lúcido comentario excepto, quizás, la esperanza. La misma que tú mismo me das con esta magnífica frase: “El mal que no se ve es el único que no se remedia.”
ResponderEliminarClaro que Irina no perdió su condición de victima, quedó estigmatizada de por vida. ¿Y sabes lo más triste? Que hubo quienes no la consideraron victima sino culpable. Me parece terrible que se considere la prostitución un delito. No es fácil solventar el problema de las redes de prostitución, pero creo que parte de la solución pasa por legalizarla.
Esperemos que ese personaje, tan necesario, comience a ser consciente de su papel.
Gracias por tu conocimiento de los problemas reales, por tu lucidez, por tu sutileza...y tu indignación.
Besos y un fuerte abrazo.
Querida Mari Carmen, aciertas y tienes toda la razón en cuanto dices sobre la prostitución. No voy a reiterar mis acuerdos para no cansar al personal, pero permíteme que les remita a uno de mis artículos en otro blog:
ResponderEliminarhttp://alejandro-alejandroperezgarcia.blogspot.com/2011/04/limpieza-municipal.html
Ahí queda una opinión más que, quizá por ser meramente personal, no agrade de todos. No lo pretendí, sólo quería denunciar un despropósito, otro más, de los incompetentes que nos gobiernan centrados en un temas tan controvertido como es la prostitución. Nada más.
Besos.
Alex
No sólo te lo permito, Alex, sino que animo a tod@s a que lean el artículo y visiten el blog. Es un retrato exacto de la sociedad en la que vivimos.
ResponderEliminarEn cuanto a las opiniones allí expuestas o en cualquier otro espacio, todas, siempre que se hagan desde el respeto, y tú siempre lo haces, deben ser aceptadas agraden o no.
Gracias por tu aportación que amplia esta entrada. Siempre he pensado que verbalizar una desgracia es alejara del olvido...Y hechos como estos no debemos olvidarlos, ni envolverlos en un contexto de civilidad y cortesía. Flaco favor haríamos al futuro...
Besos y un fuerte abrazo