Dani pide una
cerveza y se sienta en una de las mesas del fondo del local. Desde su rincón,
repara en una araña que avanza hacia el centro de la tela, en la que ha quedado
atrapada una polilla. No puede evitar un estremecimiento cuando la araña se
abalanza sobre su presa.
Un
hombre se acerca y le hace un gesto. Dani se levanta y, juntos, se dirigen a
una habitación del piso superior. Dani se quita la camiseta dejando al
descubierto su torso desnudo. El hombre le mira excitado.
-¿Por
qué te llaman “El mudo”? Antes te vi hablando con el camarero...
Dani
no contesta. El silencio es su refugio. El único resquicio que, siente, le
queda de dignidad.
Pequeña obrita maestra del relato corto, brevísimo. Pero lo breve puede encerrar un mundo. Y este micro lo encierra... y lo abre a los lectores. Siempre he dicho que me encanta que los textos permitan la lectura directa y la indirecta. Pero, sobre todo, lo que me gusta de un texto es que no sea un divertimento inútil. A mí la Literaruta me sirve para pensar, para mirar mejor el mundo - y en ese mejor se encuentran también la percepción de la injusticia y el dolor, de la dureza de la supervivencia - para comprenderlo y comprehenderlo. Este relato sí que tiene silencio... y puntos suspensivos. Gracias por escribirlo y que lo hayamos podido leer. Las polillas no hablan, pero sienten.
ResponderEliminarEmilio, no sé si es una obra maestra del relato corto, pero sí que es un texto del que me siento especialmente satisfecha. Y eso que ni te imaginas el dolor que me provocó escribirlo… Por eso solo podía finalizarlo con ese silencio tan acogedor y protector.
EliminarGracias por tus palabras y por adentrarte en esos puntos suspensivos, en el que el texto se independiza de mí para pasar a ser vuestro. ¿Quién dijo que la lectura es un acto individualista? ¿Hay algo más proactivo y dinámico?
Besos y abrazos
No se puede decir más y mejor.
ResponderEliminarTe bastan ciento veinte palabras para construir una historia de varias toneladas de peso.
Reverencia, reverencia, reverencia...
Y un abrazo enorme.
Gracias, gracias, gracias… :-) Seguro que tú lograrías el modo de mejorarlo, cielo. No olvides que a mis ciento veinte palabras hay que sumarle las de vuestro pensamiento e imaginación.
EliminarBesos y muchos abrazos.
Realmente estremecedor y bello.
ResponderEliminarUn beso, Mari Carmen.
Gracias, de todo corazón.
EliminarBesos y abrazos.
Lo del pez grande comiéndose al chico.
ResponderEliminarLo de comerse a los otros desde la altura del poder económico.
Hay un silencio en la dignidad, hay una dignidad tras la cortina del silencio, el silencio es la última dignidad; a lo mejor todo es silencio, incluso la misma dignidad lo es.
Y luego dices que mi tumba es agónica y que te deja en un así...
Bueno.
Un besito.
No sé si todo es silencio, Santiago, pero sí que es algo más que la ausencia de sonido… Es un espacio personal, cuyos límites ponemos nosotros mismos, que mantiene nuestra libertad, nuestra memoria y fe… nuestra dignidad, en la batalla continua por cambiar nuestra realidad y sobrevivir.
EliminarGracias por estremecerte a mi lado ;-)
Besos y abrazos.
Estupendo micro.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Lana. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarBesos y abrazos.
Estremecedor relato, Mari Carmen. La analogía entre las dos escenas es tan potente que yo también quedo en silencio, como Dani en el búnquer de su dignidad.
ResponderEliminarUn gran abrazo!!
Vale, Mare, pero no te quedes mucho rato. Necesitamos tus palabras :-)
EliminarBesos y muchos abrazos,
Que te deje con ganas de saber más no debe ser cosa mala. Quién es Dani, qué van a hacer, qué le van a hacer, por cuánto ha vendido su desnudez??? No sé, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso fuerte
No, Luismi, no debe serlo… Estás aquí reflexionando y haciéndote preguntas, ese es mi propósito. Gracias :-)
EliminarBesos y muchos abrazos.
Impresionante este relato que me ha encogido el estómago, en esa mezcla de placer, al leer algo tan hermoso y tan horrible a la vez. Eso es patrimonio de una gran escritora como eres tú. Te dejo un abrazo emocionado, con ese silencio de tu relato, que tanto dice.
ResponderEliminarNo es solo patrimonio mío, Rosa. Tú me has enseñado que se puede escribir de cualquier tema, cubriéndolo de belleza y sin que se encoja la angustia en las palabras.
EliminarGracias por ese abrazo que recibo, siempre, junto a tu cariño.
Besos y abrazos
No puede alcanzar mayor expresión gráfica (esa araña abalanzándose sobre su presa) este relato para transmitirnos tan intensamente el dolor y la dignidad. Acertadísima imagen y magnífico texto, Mari Carmen.
ResponderEliminarUn grandísimo abrazo.
Querida Nines, yo solo pongo la escena, los sentimientos los añades tú. Gracias por no apartar la mirada.
EliminarBesos y muchos abrazos.
Me sorprende que nadie haya descubierto tu talento. Tienes magia y eso acabará dando los frutos que has sembrado. Y yo me llamo escritor. No cejes por que tarde o temprano alcanzaras tu meta, y si no para ayudarte en lo que podamos estamos. Te reto a escribir algún día algo juntos. Creas belleza y yo intento crear hechos, condimentos para una buena artimaña literaria. Un abrazo maestra. Fran Santana
ResponderEliminarSi hemos descubierto algunos su talento... y al descubrimiento te unes ahora tú, Fran, y ello es buena señal. Yo creo que es una de las mejores escritoras del País Vasco - además de una persona maravillosa y eso es difícil que se de conjuntamente - y espero que pronto se reconozca su sensibilidad y capacidad literaria. Su primer libro, Patchwork, editado hace dos años, es una pequeña maravilla.
EliminarNo me importa la meta, Fran, sino disfrutar de cada paso que doy, y por supuesto de la gente que encuentro en el camino. Personas tan generosas como tú que encuentra un hueco en su día a día para alentarme a continuar.
EliminarAcepto el reto de escribir algo juntos, no sé si será una buena artimaña literaria, pero si una grata experiencia y un honor.
Besos y abrazos.
Y tú fuiste el primero, Emilio. Todavía recuerdo cuando me prestaste tu blog para poner uno de mis primeros textos. Y qué decir de Patchwork… Sin tu fe en mí no existiría. Solo espero no defraudar tu confianza nunca.
EliminarGracias por tu generosidad y bellas palabras.
Besos y abrazos
Yo no me pierdo los resultados de ese reto. Ánimo.
EliminarBesos y abrazos.
Los retos hacen la vida más interesante, ¿verdad, compañero?
EliminarBesos y abrazos
Cómo dominas el arte de contar mucho con poco, aunque me temo que al mercado editorial le interesa más la literatura al peso. Los escritores me parecen, cada vez más, polillas, y los editores, arañas. La única dignidad que nos queda es ignorar a quienes nos ignoran, a quienes convierten la literatura en un sucio negocio. Por mí que se busquen otro chapero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque no puedo estar más de acuerdo contigo sobre el mundo editorial, no debemos atribuirles todas las culpas, Jose. Para ellos la Literatura no es sino un negocio, y como tal dan a sus clientes lo que piden. Y reconoce que nos falta cultura lectora con respecto al relato breve. Mucha gente se sorprendió cuando se le otorgó a Alice Munro el Nobel de Literatura por su maestría en los cuentos. Tal vez, a partir de ahora, deje de ser tratado como un subgénero… aunque lo dudo.
EliminarBesos y abrazos.
Yo creo que en literatura hay que ser ecléctico. Una dieta variada asegura buena salud. Pero hay preferencias, claro, a la hora de leer y escribir. A mí me gusta la desnudez, el minimalismo. Y me jode que se imponga la dictadura del tocho. Lo que encanta a la mayoría no tiene por qué ser lo mejor ni lo que me emociona a mí.
EliminarUn abrazo.
Por supuesto que lo que le guste a la mayoría no tiene que gustarte a ti, José Antonio, nadie dice lo contrario. Pero de la misma manera que a ti te gusta el minimalismo, tampoco entiendo que desacredites con la palabra “tocho” las obras de gran extensión que otros prefieren escribir o leer. La Literatura, al menos para mí, es un marco de libertad en el que los límites no deben estar marcados por la extensión, la temática o el género de una obra, sino por su calidad literaria.
EliminarBesos y abrazos.
En la calidad literaria estamos de acuerdo. Y suelo leer novela con frecuencia. Ahora bien, me pregunto por qué casi todo lo que se oferta en librerías ha de ser largo y en tapa dura, por qué cierta editorial presenta como novela un libro de cuentos.
EliminarAl género breve le queda un largo recorrido.
Un abrazo.
La respuesta es clara, José. El negocio es el negocio. Y no sucede con el relato breve nada que no ocurra también con la poesía, el teatro, el ensayo… la demanda por parte de los lectores es minoritaria. Pero son lectores fieles, eso sí ;-)
EliminarBesos y abrazos.
Corto y grande. Cálido y frio. Como una ola se cuela por las rendijas del alma.
ResponderEliminargracias
un beso
Gracias a ti, Antonio, por dejar que mis palabras se cuelen en tu alma.
EliminarBesos y muchos abrazos.
Mari Carmen, en tu texto muestras una de las muchas formas que hay de verse atrapado o venderse. Por duro que resulte, creo que a Dani solo le han atrapado el cuerpo. Acaso en otras acciones, que no duelen tanto aparentemente y que suelen pasar desapercibidas, y por lograr a saber qué, algunos se llegan a vender mucho más. En este caso hay una gran diferencia con la polilla. Estoy segura que Dani ni ha vendido ni le han atrapado el alma.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=QGslg8z5BdI
Mari Carmen, como siempre bordando tus textos con la misma maestría que esa araña ha tejido su tela.
Un abrazo.
Así es, Alicia. El cuerpo solo es la envoltura de lo que de verdad somos: pensamientos, sentimientos, recuerdos… conciencia. Todo aquello que define nuestro yo más íntimo. Como dijo Gao Xingjian: “la dignidad es la conciencia de la existencia, ahí encuentra la fuerza individual los hombres”
EliminarGracias por poner banda sonora al texto. Qué mujer tan especial fue Mari Tini, ¿verdad?
Besos y un fuerte abrazo
Muy duro, ciertamente. Un buen relato, cielo. Aunque a mi, ya sabes, me encantanlos insectos... y mucho las arañas.
ResponderEliminarDeja en tensión, que es lo suyo.
Te felicito, amor.
Pues yo soy más de polillas… Aunque eso sí, mantengo un tratado de no agresión con las arañas :-) Todos tenemos un cometido y cumplimos una función.
EliminarMe alegro de que te haya gustado, cielo, a pesar de la dureza.
Besitos
A veces vengo y leo, me detengo en tus palabras y sé de otros mundos, los toco, los siento. Eso es leerte para mí, Mari Carmen.
ResponderEliminarSaludos, hasta allá.
Esa es la más hermosa manera de leer, querida luna, y no sabes cómo te lo agradezco.
EliminarBesos que crucen el océano y lleguen intactos hasta ti.