No recuerdo cuántos días
llevo en esta habitación, sombría y silenciosa, de la que no me atrevo a salir.
En este duermevela, que es, a la vez, desamparo y abrigo. Miro a mi alrededor.
Tan solo una tenue luz, que penetra por las rendijas de la persiana, delimita
los contornos y me devuelve el destello de las tijeras que hay sobre la mesa.
Quiero alcanzarlas, librarme de esta condena… pero una maraña de
hilos entorpece mi avance. Apenas son unos metros los que me separan de la
mesa y, sin embargo, parece que, a medida que doy un paso, se aleja más y
más… Me acerco al fin. Con manos temblorosas cojo las tijeras. Dudo unos
segundos. La tijera hace un pequeño ruido al cortar el hilo que cae a mis pies.
Poco a poco, voy cortando,
uno a uno, los hilos que me unen a la cruceta que, hasta ahora, guiaba mis
movimientos. Con el último, siento que todo mi cuerpo, como si fuera de trapo,
se dobla bajo su propio pequeño peso. Tengo que levantarme, buscar un
centro de gravedad que me permita mantenerme erguida y vencer la nada. Un eje
que actúe sobre la materia de mi cuerpo y me ayude a mantener el
equilibrio.
Se acabó la búsqueda de mi
identidad en ojos ajenos, en sueños imposibles de realizar porque no son míos.
Me desnudo de etiquetas, desmaquillo cada gesto realizado en busca de
aprobación… Quiero aceptar la vida fluyendo en su intenso latir, arrojarme, de
lleno, a la incertidumbre que ansío encontrar al borde de mis pies. Y eso solo
lo conseguiré desde mi libertad.
Los
muñecos de madera y cartón no tienen centro de gravedad. Porque son movidos por
la mente y el deseo de otros, se mueven con el pensamiento de sus dueños. Hoy
he cortado los hilos que me atan a ese pensamiento. Reuniré los hilos y
los convertiré en un corazón de trapo al que quiero enseñar a latir.
Qué preciosidad... Besos Mari Carmen, me has emocionado.
ResponderEliminarEso es porque tu corazón late... Y lo hace muy bien que lo sé yo :-)
EliminarBesos y abrazos.
Enseñar a latir, latir, latir.. Con los teñidos de campana se adueñan del aire y se posan sobre tus letras, que hacen vivir al caminante.
ResponderEliminarGracias Mari Carmen, por compartir tu corazón.
un beso
Antonio
El mío, y el de todos los que luchan, cada día, por preservar un espacio de libertad en el que, siendo fieles a sí mismos, poder ser.
EliminarGracias, Antonio, por tus palabras siempre cariñosas y entrañables.
Besos y abrazos.
Magnífico, Atxia. Es una buena enseñanza la que has traído con este magistral escrito. Un beso.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Carmen, eres muy generosa con tus palabras. Gracias.
EliminarBesos y abrazos.
Qué maravilla, Atxía.
ResponderEliminarHas urdido una metáfora emocionada y emocionante.
Gracias.
Un abrazo enorme.
Así me gusta sentirte, Vichoff, emocionada y, sobre todo, a mi lado. Gracias a ti :-)
EliminarBesos y abrazos.
¿Ese sonido? Escucha, Atxia... creo que ya ha empezado a latir.
ResponderEliminar¡Tienes razón, Frida! Y se acelera más con cada una de vuestras visitas :-)
EliminarBesos y un fuerte abrazo.
Quieran los dioses permitirme algún día en el futuro poder transmitir emociones con tal intensidad.
ResponderEliminarUn beso
Pedro
Para qué reclamar un futuro, Pedro, cuando ya se te ha concedido en el presente. Solo hay que leer este texto:
Eliminar“Perdida la senda, abro mis ojos a un prodigio ignoto. Mis pisadas flotan sobre la alfombra de musgo que enmoqueta el paraje. El verde se desparrama desde los pardos de las hayas que forman las retorcidas columnas de este salón salvaje. Tañen en la distancia, difuminados por la bruma, cencerros de cobre viejo. La vida resuena en sus falsos ecos y fluye a través del arroyo que rasga el claro del bosque mágico. Soy un extraño aquí, ajeno al tiempo que no existe, en este lugar sin Dios. Vivo minutos prestados, privilegio afortunado, pleno de olor a húmeda tierra, de tacto de corteza, y de la niebla que me embruja.
Una y otra vez he recorrido el laberinto de senderos, el paso vedado a mi presencia ingrata. Una y mil veces lo caminaré para encontrarlo de nuevo, fronda poblada de misterios en el corazón de mi montaña.”
¿Te parece poco las emociones que trasmites?
Besos y abrazos
La libertad nunca ha sido fácil porque hace falta mucho valor para cortar los hilos y pensar por uno mismo.
ResponderEliminarEs un relato hermoso, lleno de esperanza.
Un beso fuerte
Así es, Ana, una esperanza pequeña, pero merecida y razonable que ganamos, cada día, a pulso.
EliminarBesos y un fuerte abrazo.
Ese corazón sabe latir a su aire -ya lo ha hecho otras veces- solo tenemos que aprender a escucharle y hacerle caso.
ResponderEliminarSí! Cortemos los hilos que nos domestican!
Un beso y gracias, Luisa
Razón no te falta, Luisa, el primer paso es escucharle. Como escribió Charles pinot: “El idioma del corazón es universal, sólo se necesita sensibilidad para entenderlo.”
EliminarBesos y un fuerte abrazo.
"Se acabó la búsqueda de mi identidad en ojos ajenos, en sueños imposibles de realizar porque no son míos. Me desnudo de etiquetas, desmaquillo cada gesto realizado en busca de aprobación…"
ResponderEliminarOle y ole. Quizá la droga más dura sea la dependencia, el no saber dar un paso si no es de la mano de otros. Hay que aprender, día a día, lo que significa la libertad. En ocasiones nos sentiremos solos, pero como el poeta decía: "Sólo soy yo cuando estoy solo".
Un abrazo.
Qué razón tienes, José Antonio. Es un aprendizaje lento, a pasos pequeños, que pasa por reforzar la autoestima y confiar en los propios criterios. Creo que fue Tagore el que dijo algo así como que si no encontramos nuestra propia sombra en el camino, es porque hay una lámpara en nosotros que no ha sido encendida.
EliminarBesos y abrazos.
ResponderEliminarAlentadora y sobresaliente reflexión sobre la libertad de esa manera que acostumbras desde la sencillez y el auténtico sentimiento de apoyo al ser humano.
Me ha encantado, Mari Carmen. Siempre es un placer leerte no solo por lo bien que lo haces sino por lo que transmites.
Mi admiración con un abrazo especialmente fuerte.
Gracias, Nines, por tu apoyo incondicional y por encontrar siempre el lado bueno a todo lo que escribo :-)
EliminarBesos y un fuerte abrazo.
Efectivamente Mari Carmen, cada día tenemos que seguir cortando esos hilos que sin darnos cuentan nos aparecen por nuestras costuras. Libertad es no dejar de hacerlo para dejar de estar encorsetados y así seguir teniendo la oportunidad de ser mejores.
ResponderEliminarMari Carmen, has construido un alegato a la libertad interior.
Un abrazo.
Así es, Alicia, como dijo Epíteto: “Ningún hombre es libre si no es dueño de sí mismo”. Encontrar esa paz interior es un trabajo costoso pero que merece la pena. Si lo logramos seremos más felices y, por ende, mejores personas.
EliminarBesos y un fuerte abrazo
Estupendo, Mari Carmen, de lo mejor que he leído últimamente- Bss
ResponderEliminarAntonio, qué generoso eres... Gracias por tus palabras que me animan a continuar escribiendo.
EliminarBesos y abrazos.
ENORME, COMO SIEMPRE.
ResponderEliminarUN FUERTE ABRAZO
Y a ti, mi querido disidente, qué decirte… Gracias por estar siempre :-)
EliminarBesos y abrazos.
aprenden a latir, luego se obstinan en enamorarse, uff!
ResponderEliminarun buen corazón no me haría esas cosas...
¿Por qué no, Clo? Enamorarse es bueno para la salud, siempre que no sea una venda y nos ate, como por desgracia ocurre algunas veces, a una relación toxica que nos destruya. El amor es un sentimiento hermoso que, aunque duele cuando termina, merece la pena vivirlo y experimentarlo. Pero eso tú ya lo sabes :-)
EliminarBesos y abrazos.
Aunque es un texto que desgrana muchísima tristeza posee un fuerte componente de esperanza, de ahí lo hermoso que eso.
ResponderEliminarTe felicito, compañera.
Un beso
Así es, mi querida hada, la tristeza puede ser bella si le añadimos esperanza. Gracias por encontrarla.
EliminarBesos y abrazos.
Hermoso relato mi dulce amiga. Un canto de esperanza, a pesar del dolor que se respira en su origen. Siempre consigues las palabras justas para plasmar lo exacto.
ResponderEliminarMe encanta leerte, ya lo sabes.
Un beso con toda mi admiración
Mi querida Rosa, qué generosa eres siempre con tus palabras… ¿Cómo no cantar a la esperanza cuando vemos tantos ejemplos de superación a nuestro alrededor? Hay una frase de Martin Luther King que dice: “Si ayudo a una persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. No aspiro a que este texto sea tan importante como para lograrlo, pero quién sabe :-) Como dice Enrique, escribir por si alguien, algún día, tiene un dolor de corazón idéntico o sufre una alegría semejante.
EliminarBesos y abrazos con todo mi cariño.
Qué bonito relato. Me gusta mucho tu forma simbólica de escribir Carmen, quizá porque yo misma busco lo simbólico en mis textos. Pero es que, además, es un relato muy poético y dices mucha verdad. Felicidades, Carmen.
ResponderEliminarDe la misma manera que el pintor no elige la técnica, a la hora de expresar sus sentimientos y pensamientos, tampoco lo hacemos nosotros, ¿verdad? Muchas veces, la mejor manera de expresar la realidad es con imágenes irreales:-) Me alegro de haberlo compartido contigo, Yolanda.
EliminarBesos y un fuerte abrazo
Querida Mari Carmen:
ResponderEliminarPerdóname, siempre llego tarde; tan tarde que hoy el telón de los títeres ya está echado. Tendré que cortar los hilos que me unen al sistema, tendré que dejar de ser marioneta en este escenario de guiñoles, tendré que moverme a mi aire y zafarme de los caprichos ajenos. Entonces seré libre. Esto es así, y así pasa, como tú lo has pintado con el color de la palabra viva. Ojala sepamos algún cortar los hilos que nos cautivan y ser nosotros mismos, como el personaje de este maravilloso cuento con el que nos has deleitado. Más vale tarde...
Besos.
Nunca llega tarde quién no se ha ido, Alex, así eres tú, siempre presente, hasta en los silencios :-)
EliminarEs difícil cortar todos los hilos, porque algunos, incluso en contra de nuestra voluntad, son necesarios para nuestra supervivencia. Pero hay otros de los que si podemos y debemos desprendernos. Como dijo Gandhi, No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna."
Besos y abrazos.
Lo he leído varias veces, Mari Carmen, creo que es uno de los textos que más me han gustado sobre la libertad, su aparente sencillez encierra una reflexión tan honda sobre lo que es liberarse, que me ha conmovido profundamente. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, María, por tus palabras, y por estar aquí. El camino hacia la libertad personal es individual, nadie puede andarlo por nosotros… pero si podemos acompañarnos en el viaje, ¿verdad?
EliminarBesos y abrazos.
¡Qué preciosa manera de hablar de la libertad, de ser uno mismo, de no dejar que otros conduzcan nuestra vida! Este tema me interesa y me gusta mucho como lo has tratado. Abrazos
ResponderEliminarAmaia, el otro día, en tu recital, yo también disfrute con tu manera de afrontar el tema de la libertad personal. Estamos de acuerdo en muchos puntos.
Eliminar“No me ates
ni siquiera con palabras
que un corazón
no se retiene con cadenas”
(Amaia Villa)
Gracias por compartir tus versos y por esta visita que me ha alegrado mucho.
Besos y abrazos.