“Me despertó un
sollozo
que no sé si era mío o era el
mundo
quien lloraba escondido en mi conciencia.”
…………………………………….. (Ana Montojo)
quien lloraba escondido en mi conciencia.”
…………………………………….. (Ana Montojo)
Auxilio
Un grito de auxilio trata de
abrirse paso entre los dientes,
apretados con rabia contenida.
Pero la voz se quiebra en el vacío,
en el silencio indiferente
de un mundo sordo, ciego,
e indolente, acostumbrado a contar,
sin inmutarse, por millones
el número de muertos.
apretados con rabia contenida.
Pero la voz se quiebra en el vacío,
en el silencio indiferente
de un mundo sordo, ciego,
e indolente, acostumbrado a contar,
sin inmutarse, por millones
el número de muertos.
¡¡Qué buenísimas sois las dos!!
ResponderEliminarBesos.
Y cuanto apoyo hay en tus palabras, Mila, sobre todo hacia mi poema. La poesía de Ana es extraordinaria, de ahí su merecidísimo “Blas de Otero”, la mía… un camino de aprendizaje.
EliminarBesos y abrazos, mi dulce soñadora.
Estremecedor, Atx.
ResponderEliminarMe emocionó la primera vez que lo leí y me sigue emocionando.
Un abrazo, preciosa.
Gracias, Vichoff, por tus palabras. Es cierto eso de que al compartir nuestras emociones con los demás se siente cierto alivio :-)
EliminarBesos y un fuerte abrazo.
El mundo llora, y es tan sordo que no escucha su propio llanto.
ResponderEliminarNo escucha... no escucha...
Siempre sueño que nace un cantor y recorre plazas, calles, campos, cantando por qué llora el mundo... Y el mundo le escucha.
Un beso.
Continua soñando, Manuel, y mientras esperamos a ese cantor, al que el mundo escuche, recordemos la voz de Mercedes Sosa y sigamos cantando, aunque nadie nos escuche. Porque como ella decía, si se calla el cantor calla la vida y muere de espanto la esperanza, la luz y la alegría.
EliminarBesos y abrazos.
Al cabo del tiempo, después de "sufrir" sorderas y cegueras colectivas varias, hay algo que me sigue conmoviendo: la bondad individual, esa característica tan presente en este espacio de ternura.
ResponderEliminarUn enorme abrazo.
Tienes razón, Mare, en confiar en la bondad individual. Y a lo que tú dices he de añadir una cita que me gusta mucho: “La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad. Soy testigo de que es así.
EliminarBesos y abrazos.
Querida Carmen, conmovedoras y estremecedoras tus palabras de vida a ese llanto del mundo que parece imperecedero; si los sordos que no quieren ", escuchar" - porque oír, oímos todos- abrieran sus ojos, tras sufrir en ellos mismo ese llanto, a veces insonoro, empezaríamos a recuperar la cordura... Un fuerte abrazo, querida Carmen.
ResponderEliminarQuerida Laura, hay días que ni siquiera pido recuperar la cordura, sino me conformo con no perder la poca que nos queda. Cuesta encontrar un poco de luz cuando sientes que de la indignación se ha pasado a la crispación y a la desconfianza. Incluso hacia aquellas iniciativas que deberían movernos el corazón.
EliminarBesos y un fuerte abrazo.
Auxilio....es desgarrador y buenos los 2 Un gran beso
ResponderEliminarGracias, Winnie, por gritar conmigo.
EliminarBesos y abrazos.
No tan sordo ni tan indiferente. Por fortuna, aún quedamos personas abiertas a la amistad, no como la compañía diaria que necesita el mendigo, sino más bien como el guiño de complicidad que hace la desesperación más llevadera.
ResponderEliminarY que no nos falten ni la locura ni el absurdo que horaden este mundo tan cuadriculado.
Un abrazo.
Puede que tengas razón, Jose Antonio. A veces, entre tanta locura, podemos encontrar un rayo lucidez y cordura que nos permita no solo sobrevivir, sino vivir. Quizás seamos capaces no de esperar un milagro, sino de hacer de cada día un prodigio.
EliminarCon guiños de complicidad como el tuyo, es posible :-)
Besos y abrazos.
ResponderEliminarTu angustia es compartida por muchos, no lo dudes, aunque tengamos las manos sujetas con cuerdas a nuestra espalda, por aquellos que todo lo controlan. Pero ya nuestra libertad cogió un camino lleno de espinas que comparten las rosas y las sombras.
Gracias por tus versos
Un beso
antonio
El camino de nuestra libertad… Eso sí que no lo pueden controlar, Antonio. Como dijo Virginia Woolf: “No hay barrera, cerradura ni cerrojo, que pueda imponer a la libertad de mi mente.”
EliminarBesos y abrazos.
Un poema estremecedor de puro cierto. Demoledor en su desesperanza. Pero es que esto es lo que hay. Mil gracias por citar mis versos, Mari Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Demoledor en su desesperanza, dices, y tienes razón. ¿Recuerdas el mito de Pandora? Pues hay veces que pienso que no le dio tiempo a cerrar la caja antes de que se escapara la esperanza. Y es que cuesta tanto mantenerla…
EliminarNo tienes que darme las gracias por citar tus versos, soy yo la que te tengo que estar agradecida por prestármelos.
Besos y abrazos.
ResponderEliminarTremendamente desgarrador este grito de auxilio quebrado ante la indiferencia. Ese grito que alzas como naúfrago, citando esos versos de Ana tan certeros, es una estremecedora llamada a la solidaridad de las conciencias.
Gracias por recordárnoslo tan magníficamente.
Un beso fuerte, Mari Carmen.
Solidaridad. Qué hermosa palabra, y cuantos conceptos alberga en su interior: Igualdad, fraternidad, ayuda, generosidad, responsabilidad…
EliminarQuizás algún día, Nines, no tengamos que llamarla porque hayamos entendido que tod@s estamos unidos, y que de ese equilibrio depende, incluso, nuestro propio desarrollo vital.
Besos y abrazos.
Qué desazón...¿ verdad?
ResponderEliminarSaberse invisible en el grito que aún no ha sido.
Un abrazo.
“Saberse invisible en el grito que aún no ha sido”
EliminarQué bien lo has expresado, Laura. Es desesperanzador, cierto, pero no pararemos, ¿verdad? Haremos visible lo invisible mientas griten nuestros dedos.
Besos y abrazos.
Mari Carmen,esperemos que cuando el mundo toque fondo en la locura de la sinrazón haya un resorte que lo haga resurgir recuperándos de la decadencia actual.
ResponderEliminarEnhorabuena a ambas por estos versos.
Un abrazo.
Claro que habrá un resorte que nos haga recuperarnos, Alicia. Como dejó escrito John Steinbeck en “Las uvas de la ira” - es sorprendente la vigencia de esta novela que podría haber sido escrita ayer mismo-: "El hombre, a diferencia de cualquier cosa orgánica o inorgánica del universo, crece más alto que su trabajo, asciende las escalas de sus conceptos, surge de sus conquistas. Esto podéis decir del hombre...Habiendo caminado adelante, puede retroceder, pero sólo en parte, jamás del todo"
EliminarSeguiremos adelante :-)
Besos y abrazos.
Como siempre, maravilloso escrito.
ResponderEliminarUn beso fuerte
EliminarGracias, Luismi, por tu aliento constante :-)
Besos y abrazos.
Duro, Mari Carmen. Muy duros y muy valientes estos versos que me hacen retorcerme ante las injusticias.
ResponderEliminarUn abrazo.
No eres precisamente tú, Maribel, quien necesita estos versos para estremecerse. Tu conciencia está muy despierta, lo demuestras con tu escritura y actitudes. Sobre todo con esa labor tan importante que estás llevando a cabo: transmitir a los más pequeños valores positivos como son la solidaridad, la amistad, el valor… No olvidemos que la mano que mece la cuna, mueve el mundo. Ojalá hubiera much@s como tú.
EliminarBesos y abrazos.
Lamentablemente, es un poema casi científico, lo digo por su nivel de ajuste a la realidad con escaso margen de error. No obstante, aún quedan personas con una enorme capacidad de escucha y unos ojos enormes.
ResponderEliminar¡Precioso!
Un beso enorme, corazón.
Así es, mi querida hada. Hay personas que saben mirar, y lo que es mejor, actuar y acercar realidades. Tú eres el ejemplo de que se puede cambiar el mundo. Tan solo con ayudar a una persona ya hemos contribuido a hacerlo.
EliminarBesos y abrazos.
No me cabe duda de que tus versos son capaces de abrir camino mi niña y ¿quién sabe?, tal vez hagan temblar al mundo ... Que gusto leerte en poesía cielo. Yo sí me inmuto, lo prometo.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
Lo sé, cielo. He asistido a muchas conversaciones entre la realidad y tú, como para conocer tu extrema sensibilidad extrayendo lo hermoso, que también lo hay, y denunciando lo indigno del ser humano. Tu poesía es el ejemplo del camino correcto, el de la mente y el corazón unidos.
EliminarBesos y un fuerte abrazo
A veces unas pocas palabras, necesarias, convierten un poema en una llamada. "Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos se desentienden y evaden, maldigo la poesía del que no toma partido, partido hasta mancharse", dijo Gabriel Celaya. No hace falta escribir poesía de la llamada social para que el poeta, el escritor, siga este mandato. Basta pensar y hacer pensar a los que nos leen con nuestras palabras escritas. Blas de Otero dijo también:"Nos queda la palabra". Lo he dicho ya en alguna ocasión. Aquí tú no lo dices: lo cumples. Gracias.
ResponderEliminarAsí es, Emilio, no estamos solos en este camino, tenemos las huellas de los que nos precedieron. Ellos creyeron en los sueños, en la no violencia… en el valor de la palabra.
Eliminar“Si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.”
(Blas de Otero)
Siempre nos quedará la palabra...
Besos y abrazos.
Nada, después de lo que ya te han dicho. Solo alimentar mi fuerza con tu palabra para emitir el grito de auxilio, tan necesario.
ResponderEliminarBesos.
“Solo alimentar mi fuerza con tu palabra para emitir el grito de auxilio, tan necesario.”
Eliminar¿Y te parece poco? La fuerza de la palabra y la palabra contra la fuerza de la economía e intereses que parece que lo dirigen todo. Debemos seguir haciendo oír nuestra voz, continuar reclamando justicia y solidaridad. No es una cuestión de ideologías, son derechos básicos para cualquier ser humano. Es una obligación para cualquiera de nosotros reclamar un mundo más libre y más justo.
Gracias por sumar tu voz a la mía.
Besos y abrazos.
Leí el Poema de Ana en la entrada anterior. Y pensaba en la lluvia como un llanto de Aquel que ve al mundo tan ciego, tan sordo, tan herido...
EliminarAbrazote y un gracias grandote, Mari Carmen.
Gracias a ti, Luna, por venir a traer un poco de luz, por sumar voces… Lo bueno de la lluvia es que limpia y arrastra impurezas, esperemos que sea así.
EliminarBesos y abrazos
¿Crees que nunca podremos cambiar esa rueda de muertos e injusticias? ¿Crees que estamos condenados a repetir una y mil veces la misma historia? A veces, como dijo un hombre al que intentaron vencer sin lograrlo, a veces, tengo un sueño... Si la vida juntara otras vidas, si nuestras manos fueran juntas, si un día el grito fuera total, la hartura una constante, las ideas semejantes... A veces, tengo un sueño... Soledad
ResponderEliminarQuizás no podamos parar esa rueda, Sol, pero sí creo que podemos lograr que su avance se ralentice. La Historia, como tú señalas, nos demuestra que somos capaces de lograrlo: Martin Luther King, Gandhi… Ellos nos mostraron el camino a seguir que pasa por el amor, la generosidad, la no violencia… Podemos y tenemos derecho a tener un sueño, a seguir soñando.
EliminarEl domingo, en el recital contra la violencia social del Ateneo, en el que participaron nuestros compañeros de EnR, Ana Montojo leyó este poema lleno de esperanza.
CUANDO TÚ LLEGUES
(Ana Montojo)
Para cuando tú llegues
te voy a hacer un mundo
donde las gentes anden más despacio,
se den los buenos días y sonrían
mirándose a los ojos de mañana.
Donde nadie disfrute lo superfluo
mientras no tengan todos lo más indispensable,
donde no haya dinero suficiente
para comprar conciencias
y donde la justicia valga más que las patrias.
En este nuevo mundo que te estoy preparando
no morirá de hambre ningún niño,
todos aprenderán a ser adultos
a su debido tiempo, nunca antes.
No jugarán a héroes
-con armas de verdad, de las que matan-
no cargarán ladrillos,
no labrarán la tierra para explotar el hambre,
no venderán su cuerpo por un plato de arroz
a otros cuerpos sin alma
ni hozarán la basura para buscar sustento.
No aprenderán el odio antes que la palabra.
Pero es mucha tarea y poco tiempo.
Nueve meses se pasan en un soplo.
Por ese niño que está por llegar tenemos que seguir creyéndolo.
Besos y un fuerte abrazo.