Berenice aprendió, a una edad temprana, que una mentira a tiempo era la
mejor estrategia para huir de las responsabilidades y obtener el placer
inmediato. Fue acumulando práctica, hasta graduarse, como la primera de su
promoción, en la Escuela Superior de Ciencias aplicadas para la hipocresía y el
engaño.
“Espejito, espejito, ¿quién es el centro
del Universo?”, preguntó, una vez más, Berenice. Pero
nadie respondió. A golpe de mentiras alejó cualquier rastro de comprensión que
hubiera a su alrededor. Se quedó sola en un laberinto de ficciones. Nadie le
advirtió que jugar a la ruleta rusa con la verdad era perder de antemano.
Y con la última mentira, que ni ella misma
creyó, se desintegró.
Mari Carmen, que preciosidad de escrito... un vuelo de fantasía que llena, aunque sea gracias a la mentira o a la verdad...
ResponderEliminarAbrazos de verdad.
qué gusto poder leer estos relatos tuyos tan breves y tan llenos de reflexión.
ResponderEliminarun abrazo fuerte
Querida Mari Carmen,
ResponderEliminarLa mentira es un arte en el que hay auténticos virtuosos. En este relato acaba volviéndose contra el artista, pero por desgracia demasiadas veces no ocurre así.
Un abrazo con mi cariño.
Es una bella imagen, Mari Carmen, esa de que la mentira resta credibilidad, divide y finalmente desintegra.
ResponderEliminarPor eso, me gusta inculcar la verdad en mis hijos, e intento predicar con el ejemplo, excepto cuando me llaman para una responsabilidad doméstica. Entonces miento como un bellaco.
Un abrazo.
bien por dejar en la nulidad todo aquello que constituye la maxima expresion de la vida...
ResponderEliminarBesos mil.
Me alegro de que te guste, Juji, es uno de mis relatos favoritos.
ResponderEliminarEs bueno dejar volar la imaginación, ¿verdad? Lejos de frenar nuestros pasos conseguimos, al menos, sacar una historia o una reflexión de aquello que nos disgusta o hace daño.
Besos y miles de abrazos
El gusto es tenerte cerca, Luismi. Creo que tendré que poner las entradas menos espaciadas, así obtendré más tiempo para estar a vuestro lado.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo
Qué razón tienes, Ana, hay auténticos virtuosos, pero yo si creo que, incluso a aquellos que aparentemente sobreviven en su marco de ficciones, al final la mentira se vuelve en su contra.
ResponderEliminarEl hábito de mentir no es más que una mascara para esconder sus inseguridades y un cimiento cada vez más quebradizo. El miedo y los fantasmas que le acompañan les convertirán en personas infelices e insatisfechas. Eso para mí ya es perder.
Besos y un fuerte abrazo, mi querida amiga.
Jose Antonio, a mi también me gusta esa imagen de la reacción en cadena . Se puede erigir castillos de naipes, pero jamás con cartas marcadas, y menos desde el egoísmo y el afán de dañar a los demás.
ResponderEliminarNo se trata de mentir o decir la verdad, a veces el límite entre los dos conceptos es muy difuso. No siempre detrás de una mentira hay un mentiroso, a veces, solo hay un error de juicio...o eso es lo que me gusta pensar. El problema llega cuando el fin es adulterar, embaucar o engañar.
Predicar con el ejemplo es una de las mejores maneras de educar, así que ya sabes, ni siquiera para eludir tus responsabilidades domésticas :-)
Besos y un fuerte abrazo.
Mi querida Muchita, la mentira ha existido y existirá siempre, es una premisa que debemos aceptar y conocer, pero no caigamos el pesimismo de pensar que es la máxima expresión de la vida.
ResponderEliminarHay muchas personas de buen corazón que son un ejemplo de honestidad a nuestro alrededor. Fíjate bien...Quedémonos con su modelo y dejemos que las otras, ya que se mueven en un paisaje de ficción, se conviertan, como mi Berenice, en un personaje de cuento.
Besos y miles de abrazos que atraviesen el mar.
¿Sabes, Mari Carmen? Conozco yo a alguna Berenice.
ResponderEliminarBesos.
Qué facilidad tienes para hacernos reflexionar en muy pocas palabras, cariño.
ResponderEliminarEs un micro contundente, desde luego. Hay mucho que reflexionar sobre la mentira. Y como dice un amigo mío: Yo intento mentir lo justo.
En fin, cuestión de supervivencia, supongo.
¡Muy bueno, cielo, muy bueno!
Un beso gordísimo.
Vas colocando en su sitio lo que ya tenía sitio. Este relato tiene ya una pequeña gigante historia...Sigue siendo tan bueno como cuando lo creaste. Parte de la vida...una ficción, una realidad.
ResponderEliminarMari Carmen, acaso Berenice llegó a ser consciente de que peor que decir alguna que otra mentira a los demás era que ella misma se había convetido en una gran mentira y por eso se desntegró.
ResponderEliminarUn texto de verdad.
Un abrazo.
Siempre se ha dicho que las mentiras tienen las patas muy cortas, y estoy de acuerdo en lo que esa frase significa. Es preferible omitir una verdad, antes que ir por la vida mintiendo al mundo y a la vez a uno mismo.
ResponderEliminarMari Carmen, me ha gustado mucho el relato. Está muy bien escrito e invita a reflexionar sobre la importancia que tiene el caminar siempre con la verdad.
Un besito.
Querida Mari Carmen:
ResponderEliminarUna vez más nos invitas a una reflexión sin alejarnos mucho del entorno. Podríamos buscar en el cuento de Edgar Allan Poe, BERENICE, o explayarnos en un ensayo completo sobre el significado del nombre de la protagonista: “Portadora de la victoria”, muy apropiado para esta trama. Pero no, voy a referirme a la mentira que, con más frecuencia de la deseada, nos muestra el devenir cotidiano. No sé si podrá llamarse metáfora de situación. Con frecuencia nos encontramos con sujetos variopintos de colectivos varios, dispuestos a mentir con tal de que méritos inexistentes sean reconocidos. En su afán, invierten poder y hasta injusticia si es necesario, para que otros mientan en beneficio de sus glorias y buena prensa. Lo peor es que no siempre encuentran un espejo dispuesto a eclipsar su azogue y engañar a favor de nadie. Así el aspirante acaba desintegrado en sus propias ansias y miserias. Se ve mucho esto.
Agradecido por compartir ideas sugerentes que nos hacen dar la vuelta al recodo de la esquina, recibe muchos besos y abrazos.
Seguro que sí, Carmen, hay mucha gente que ha hecho de la farsa su modo de vida.
ResponderEliminarBesos y abrazos
Laura, coincido con tu amigo. A veces, para sobrevivir son necesarias las medias verdades, es peligroso dejar el alma al descubierto. Lo único importante es ser fiel a uno mismo y no auto engañarse, eso si que nos lleva a nuestra destrucción.
ResponderEliminarUn beso enorme, mi querida hada.
“Parte de la vida...una ficción, una realidad.”
ResponderEliminarComo todo lo que escribimos, Emilio. Un texto, un poema...debe abrir y cerrar puertas, y proponer ficciones para reflexionar acerca de la naturaleza y el alcance mismo de la ficción.
En cuanto a Benerice, tú lo has dicho, una pequeña historia que cada vez se hace más gigante :-)
Besos y abrazos.
Así es, Alicia, esa es la última mentira, la del autoengaño. Una estrategia de supervivencia que, aunque a veces incluso puede ser de ayuda para superar momentos difíciles, si se utiliza como norma en lugar de excepción se vuelve en nuestra contra. Nadie puede vivir constantemente distorsionando la realidad.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Querida Mila, como he dicho antes, el límite entre la verdad y la mentira es muy difuso. Por eso más que la importancia de caminar siempre con la verdad, es avanzar con honestidad. Tener conciencia clara ante uno mismo y ante los demás, sin contradicciones entre el pensamiento, la palabra y la acción, y, sobre todo, sin poner barreras ni hacer daño.
ResponderEliminarBesos y miles de abrazos, mi dulce soñadora.
Querido Alex, es una pena que todos los esfuerzos que alguna personas emplean en mentir, tergiversar...no se utilicen para causas más constructivas. Hay que reconocer que empeño e imaginación no les faltan, y que decir de sus dotes artísticas...qué grandes actores y actrices se ha perdido el mundo del espectáculo. Será mejor, sobre todo con la que está cayendo, tomárselo con un poco de humor.
ResponderEliminarYa que has hecho un apunte sobre el cuento de Poe, y por si alguien no quiere sonreír, dejo este enlace con un audio libro para poder escucharlo.
http://www.youtube.com/watch?v=i0MJ_lZsRtY&feature=results_video&playnext=1&list=PL6C316F59357AA4BD
Portadora de la victoria...No sabía el significado de Berenice, me gusta. Gracias por todas tus aportaciones a la entrada, Alex, todo lo que tocas lo mejoras.
Besos y un fuerte abrazo.
Como diría Zuñi: "La genética manda, ¡ya lo creo!. Ya veo la bala en mi cabeza".
ResponderEliminarY es que, hasta para inventarse un personaje hay que valer.
Un beso.
Querido Manuel, siempre agradezco tus comentarios y tu presencia, pero esta vez... No sé cómo agradecerte haber traído esos versos de Zuñi que pesan tanto en la memoria y el corazón.
ResponderEliminarHay veces en las que el silencio es más elocuente que las palabras.
Besos y abrazos.