Trabajaba sin red. Era el mejor trapecista del
mundo y no quería seguir los pasos de los demás. Cuando vio que, pese a sus
esfuerzos, no podía conseguir que su espectáculo se viera en todo el planeta,
dejó de ser un obcecado trasgresor y aceptó trabajar con red. Se conectó a
internet y puso su número en You Tube.
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Hace 2 días
Querida amiga literonauta.
ResponderEliminarNo sé por qué tengo la sensación de conocer a ese trapecista de nombre libertad y de apellido fragilidad.
También sé que la esclavitud de la red le hizo muy, muy, pero que muy infeliz; y que su número se hizo teléfono y no deja de sonar nunca.
Muchos años después de su muerte, un segundo sí, y otro también, todavía sigue el pito dale que te pego.
Hay que ser muy escritora para llegar tan adentro con tan pocas palabras.
Iacob
Bueno...siempre habrá una mejor manera de hacerse conocer en el mundo, sin arriesgar la vida, pero sin garantía de ser reconocido y recordado después de la muerte.
ResponderEliminarMe gusta este microrelato.
Saludos desde Suecia.
Excelente tema de actualidad....Cada vez estamos más "vendidos" Mari Carmen....Un abrazo
ResponderEliminarQuerido Iacob, Efectivamente el nombre de este trapecista es Libertad y su apellido, como conocedor de su propia naturaleza humana, Fragilidad. Pero también, Responsabilidad y Adaptación.
ResponderEliminarTe aseguro que Águila de plata es feliz. Para no quedarse aislado, se ha adaptado a los tiempos, pero mantiene sus principios y el espíritu libre que le permite continuar volando sin la red real.
Es una pena lo que cuentas de tu trapecista, quizás no fuese problema de la red. La esclavitud, la mayoría de las veces, solo es un estado de animo que, a veces, se solventa con mirar los sucesos con otra perspectiva.
La red, como casi todas las cosas, puede ser un don o una maldición. Lo que para uno puede ser opresivo, para otro puede significar la salvación. Y en ambos casos, que la balanza se incline hacia un lado u otro depende de uno mismo.
Gracias por tus palabras y traspasar la frontera del espacio que te ha traído hasta aquí.
Besos y un fuerte abrazo.
Claro que sí, Gustavo, todo depende de la manera que cada uno quiera ser recordado. No importa cambiar de objetivo, lo importante, en cualquier caso, es ser fiel a uno mismo.
ResponderEliminarMe alegro de haber compartido este tiempo contigo, sobre todo en esta entrada en la que la red se convierte en protagonista. Ella no entiende de geografía, y nos ha unido en un mismo espacio. Gracias por tus palabras y tu visita.
Un abrazo.
Winnie, ¿y yo que creo que cada vez estamos más unidos? O es lo que me gusta pensar.
ResponderEliminarNuestro universo personal se ha ampliado y con él nuestra forma de relacionarnos, pero el cariño, respeto y los afectos son los mismos, solo que ahora viajan por Internet.
Besos y miles de abrazos.
Espléndido microrrelato, Mari Carmen. Análitico, simbólico, bien escrito. En tan pocas palabras dices mucho y diriges una mirada profunda a la realidad. Un buen amigo común a los dos y al que tengo un profundo respeto y aprecio - sé que los dos se lo tenemos - me enseñó, hace tiempo, que la red era un medio. Solo un medio. Igual que un vehículo que nos lleva y nos trae. Poco a poco he conseguido que el vehículo no me domine y utilizarlo para mis desplazamientos. Igual pienso que te ocurre a ti. Tu viaje, con red y sin red, te está siendo útil y provechoso. Quizás porque has entendido que Itaca es el viaje, no el fin. Enhorabuena y todo mi afecto.
ResponderEliminarAparte de todo..¿puedo decir que este blog es una maravilla?.Lo es :-)
ResponderEliminarMari Carmen, excelente y condensado micro. Eres muy versátil, compañera. No se te resiste ya ningún genero.
ResponderEliminarProfundizando un poco, para mi una red, en general, siempre supuso la posibilidad de que alguien o algo pudiese acabar a trapado en ella. Aún reconociendo todas las magnificencias de internet-y tú sabes lo que disfruto de dicho medio-creo que, como tú bien has comentado, se debe de andar alerta para mantener el equilibrio y no acabar demasiado "enredados". Ya hay seres para las que solo hay vida al otro lado de la pantalla del ordenador.
Un abrazo.
Me gusta lo que encierra tu último micro, Mari Carmen. Espero que muchos editores lo lean y se animen a volar del papel al libro electrónico.
ResponderEliminarEntretanto, seguiremos escribiendo con red.
Un abrazo.
Realmente original y , como siempre, muy bien escrito Mari Carmen.
ResponderEliminarEs un placer leerte, amiga.
Besos veraniegos.
Emilio, poco puedo añadir a lo que tan acertadamente has dicho. La red, como ocurre con otras muchas cosas, tiene un lado bueno y otro malo, todo depende del uso que se de.
ResponderEliminarYo, hasta hace unos años, ni siquiera había sentido curiosidad por ella. No le encontraba otra utilidad que la propia de una enciclopedia en la que buscar informes, noticias... Sin embargo, llegó el día en el que ese banco inmenso de datos me enseñó otro semblante, más cálido, más humano.
La red, ese fino tejido de hilos nerviosos que conecta afectos, se convirtió en una red real que previno mi caída, que me ayudó a conectar con mis sueños y a encontrar, dentro de mi, cualidades que ni siquiera pensé que existían. La red es un medio, un vehículo, con el que continuar nuestro viaje y que amplia nuestro horizonte.
Y para terminar, tras agradecer tus palabras hacia el texto y el blog, qué mejor manera de hacerlo que con un poema tuyo que tiene mucho que ver con el tema.
Besos y un fuerte abrazo.
VENTANA.
Es una ventana.
Pero es mucho más que una ventana.
Es el lugar al que me asomo cada día
para encontrarme con el mundo.
El lugar por el que miro sin que me vean.
Por el que viajo sin hacer la maleta.
Por el que sueño sin dormir.
Es un espacio lleno de profundidad.
Como un pozo sin fondo, pero hacia arriba.
Como un cielo cuadradito y pequeño.
Una pantalla delimitada y clónica,
mapa de todas las posibilidades.
Yo me asomo a ella. Y me asombro con ella.
Tan a mano. Tan concreta. Tan simple.
Sin más cortinas que las de mi mente.
Sin más cristal que mis decisiones.
Es una ventana clara y silenciosa.
De dimensiones reducidas.
A veces, cuando la enciendo,
me parece mentira su existencia.
En su alféizar de teclas
he colocado todos los sueños del mundo.
Y en sus estanterías invisibles,
la memoria y la vida.
Alicia, Internet está produciendo un rápido cambio en las costumbres y modos de vida de las personas, ya que, en cierto modo, está modificando la forma en que nos relacionamos unos con otros. Adaptarnos a esa nueva situación pasa por comprender que, como dice Emilio, es un medio, no un fin.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo nada virtual :-)
Me alegro, Jose Antonio, de que te guste el micro. Yo también espero que muchos editores lo lean jaja, y que, entre todos, logremos que convivan el libro electrónico y el de papel.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
El placer, Carmen, es tenerte cerca disfrutando de la escritura, de la lectura, y de la amistad.
ResponderEliminarBesos, no tan veraniegos en Portu, pero con toda el calor de esta época.
Gracias por la contestación...e incluir el poema :-)
ResponderEliminarNo tienes que darme las gracias, Emilio. Al contrario, soy yo la que debería pediros disculpas por tardar en contestaros, y agradeceros vuestra paciencia.
ResponderEliminarEn cuanto al poema, creo que es muy significativo todo lo que dices. Sobre todo, los ultimos cuatro versos que me llegan muy hondo.
En su alféizar de teclas
he colocado todos los sueños del mundo.
Y en sus estanterías invisibles,
la memoria y la vida.
Al fin encuentro el camino para llegar a tu blog, desde esta otra orilla.
ResponderEliminarTu micro es una síntesis muy original de un proceso hacia algo ya tan cotidiano. Precioso!!
Y me encanta el poema de Emilio, que no conocía y que, con vuestro permiso, copio para tenerlo a mano en "mis estanterías invisibles..." junto a la vida y otras cosas.
Mil besos.
Mare.
Es que la Mare-voladora es un espíritu de recursos que siempre llega a su destino. 862 Kilómetros no son suficientes razones para separarnos. ¿Acaso creías que, porque ahora hubiera algunos más, no hallaría el camino? Yo no lo dudaba, es la magia que tiene la Red. Lo que Internet ha unido, que no lo separe el Hombre :-)
ResponderEliminarEn cuanto al poema, ¿verdad que es una maravilla? Sé que a Emilio no le importará que lo copies. Es una persona generosa que disfruta compartiendo sus textos. Y si encima, es para guardarlo en tus estantes invisibles, junto a la vida, estoy segura que se sentirá feliz.
Besos y miles de abrazos con todo mi cariño.
Gracias, Mare, a Atxia ya se las había dado por incluir el poema. Ahora a ti por guardarlo. Un abrazo.
ResponderEliminarEmilio, muchas gracias a ti a través de este espacio de nuestra amiga donde lo encontré -es generosidad pura ella, lo eres tú-Me ha parecido un poema muy bueno y "ajustadísimo" a lo que sentimos al abrir los postigos de esta ventana
ResponderEliminar"Por el que viajo sin hacer la maleta.
Por el que sueño sin dormir.
..."
Muchos besos, muchos.
Mare.
Buenísimo!! No digo más. Un beso enorme.
ResponderEliminarY te parece poco, Frida :-) Mil gracias.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Dicen, que todos los caminos conducen a Roma. No sé por qué tramo de la Red he llegado hasta aquí, os juro que ya iba a cerrar la ventana, porque las persianas se me cierran a estas horas, pero.., aquí estoy contemplando la maravilla de red extendida desde el Portu, pasando por el alfeizar de teclas, será porque no me habría de acostar sin llevarme un sueño más. Besos con el aire de una rosa.
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