Su nombre era Nuk. Nació y creció en una pequeña aldea anclada en un profundo valle, al abrigo del gélido viento del norte. La nieve, reina y señora de esas tierras, hacía que la vida fuera dura, pero forjaba almas fuertes e indomables. Gentes recias y valientes que afrontaban las adversidades, generación tras generación, por y para la supervivencia de la tribu.
La resignación y la inmovilidad de su pueblo entraba en contradicción con el espíritu libre y aventurero de Nuk. Él anhelaba algo mejor para su clan, un lugar lejos de la nieve y del terrible frío que mataba a los ancianos y a los niños.
Subía a las altas montañas y el horizonte le devolvía ecos de lejanos y exóticos países. Caminaba hacía los cuatro puntos cardinales, navegaba acompañado por la rosa de los vientos...pero una fuerza invisible lo envolvía todo impidiendo su camino al exterior.
-No eres el primero que lo intenta - le advirtió el más anciano de la tribu - ...otros antes que tú toparon con la misteriosa pared de cristal que nos mantiene aislados del exterior. Utilizaron la magia, la fuerza del fuego, el ímpetu del agua...mas todo fue baldío.
-Yo sé que el final se aproxima, he tenido un sueño, añadió Nuk. La tierra temblará, lo que está arriba quedará abajo y tras un gran estruendo, la barrera se romperá dándonos la libertad.
Pasaron los días, los meses, hasta que llegó un extraño día en el que el sol no prestó su claridad al nuevo día. Una luz mortecina iluminó la aldea y como predijo Nuk, la tierra comenzó a temblar. Tras unos minutos de intenso movimiento, se produjo un estruendo y, finalmente, una cálida brisa...
-¡Mamá, mamá!...el gato ha tirado la bola de cristal que trajiste de Laponia.
Querida Mª Carmen: que bien llevado este relato.
ResponderEliminar¿Somos como Nuk?. ¿esperamos que un azar, un terremoto o un gato nos libere del encierro de cristal?.
Espero que no. Espero que la libertad sea más fuerte que cualquier otro conjuro.
Un beso.
Precioso relato con un sorprendente final. Lleno de fantasía confundida con la realidad.
ResponderEliminarA mí si me gustaría ser capaz, como Nuk, de meterme de vez en cuando en una bola de cristal de fantasía, aunque luego la rompiera un gato.
Un abrazo, Mari Carmen.
“ Espero que la libertad sea más fuerte que cualquier conjuro.”
ResponderEliminarAsí lo espero yo también Manuel. Pero estoy segura, de que si ocurriera lo contrario seriamos como Nuk. No nos quedaríamos en el inmovilismo de unas leyes fundamentadas en tradiciones. Iríamos más allá, intentaríamos alcanzarla...¿Y no es el intento una parcela, aunque sea mínima, de libertad personal?
Besos y abrazos
Querida Ana cómo te entiendo. Hay días que desearíamos desaparecer, aislarnos en una burbuja de cristal...pero no puede ser. Por suerte tenemos la imaginación, el pensamiento y el silencio que nos permite, al menos, inventarlas. Son frágiles. Apenas duran los minutos que tardamos en dibujarlas, pero algo es algo... aunque sea mezclando realidad y fantasía.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Carmen, admiro tu imaginación y las artimañas utilizadas para conducirnos por donde quieres... para que en la frase final nos cambies toda la historia desembocando en una inesperada sorpresa...Conclusión: el alma de la bola de cristal -ya que la creencia religiosa Sámi considera que la naturaleza, tanto animal como mineral tiene alma-, le pide al gato -el cual es la reencarnación de Tama, el supuesto inspirador del Maneki Neko (portador de la buena suerte)-, que la rompa...Tras lo cual es liberado todo un pueblo de la maldición de una malvada bruja. ¿Ves cómo lo he entendido todo? Ja,ja,ja.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Toñi
Querida Toñi, veo que lo has entendido todo, todo y todo. Gracias por este viaje desde Laponia a Japón pasando por Escritores. No sabía que ese gatito que me llama, reclamando mi atención, se llamaba Maneki Neko. Ahora que nos han presentado oficialmente, le sonreiré al pasar. Mejor tener la buena suerte de nuestro lado.
ResponderEliminarCada día me convenzo más, de que la escritura es un magnífico camino para el aprendizaje. Un gran medio para compartir, departir, colaborar... y disfrutar.
Besos y abrazos.
No hay nada comparable con la inocencia, la ilusión y el un espíritu libre, aventurero y soñador. Que el mundo tiemble. No temamos mientras haya un niño que aún nos sonría...o nos sorprenda.
ResponderEliminarMari Carmen, espectacular giro final.
Un abrazo.
Tienes razón Alicia. No perdamos nunca la capacidad de sorprendernos ante lo bueno o ante lo malo que nos ofrece la vida. Significa que existen restos de inocencia...Es un brillo de esperanza en el acontecer humano.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
¡Qué buen texto, Mari Carmen! Con un final inesperado y sorprendente.
ResponderEliminarOjalá no perdamos nunca la capacidad de sorpresa.
Un besito.
Mila
Hola Mari Carmen,
ResponderEliminarMe recuerdas mucho un libro de Laura Gallego llamado Alas de Fuego. En él existe un mundo llamado Gorlian que existe dentro de una bola de cristal.
Todos llevamos un Nuk dentro, pero es necesario pasar a la acción si no queremos quedar atrapados para siempre en la bola de cristal. Llámala convenciones, supersticiones, miedos...
Un abrazo.
Eso espero y deseo, querida Mila...que jamás dejemos de sorprendernos. Significa que no estamos dormidos, ni padecemos indolencia ante la vida. La sorpresa es motor, impulso y esperanza.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el texto. Lográis que disfrute doblemente de la escritura: al escribirlo y al releerlo en vuestra compañía.
Besos y abrazos.
Hola Jose. Yo mantengo una “relación” amor-odio con las bolas de cristal, pueden ser refugio o cárceles según mi estado de ánimo.
ResponderEliminarOjalá tengas razón y dentro de nosotros llevemos un Nuk. Un espíritu libre que se revele contra los dogmas y las adversidades, que supere los miedos, que sólo acepte leyes creadas para preservar la vida y la libertad...
Te estas convirtiendo en mi bibliotecario particular. No conozco el libro “Alas de Fuego” Lo apunto en mi agenda. ¿En el mundo de Gorlian son felices viviendo en la bola de cristal? Me has dejado con la intriga.
Besos y abrazos.
Te felicito, creo que te estás especializando en los relatos de suspense. Secuencias muy bien la información que le llega al lector, para darnos con un final así de forma abrupta que da sentido a todo el texto.
ResponderEliminarGrande tu oficio querida Mariatxu.
Abrazos de algodón.
Nelken
Sorprendente relato fantástico y sorprendente final. No es malo tener el espíritu de Nuk, querer prosperar, ir hacia adelante, crecer en todos los sentidos, aunque tengamos que chocar constantemente con paredes de cristal. No hay que preocuparse, ya vendrá el gato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno Mari Carmen.Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarYo creo que mientras uno elija lo que quiere, le irá bien. Y si a a ratos nos apetece estar en una bola a solas con nosotr@s mism@s y nuestra imaginación, bueno será.
Un abrazo.
Querida Nel, no sé si me estoy especializando en relatos de suspense, lo que si hago, o al menos lo intento como buena aprendiz, es experimentar con todos los géneros. Y he de reconocer que éste es uno de los más divertidos. El lector camina conmigo cuando escribo y yo con él cuando lee...o al menos lo intento y, alguna vez, hasta lo consigo.
ResponderEliminarRecojo con todo el cariño tus palabras y felicitaciones.
Besos y abrazos de algodón.
Estoy de acuerdo contigo Maribel, creo que es maravilloso ser como Nuk. Siempre adelante...y si se da un paso hacia atrás que sea para coger impulso. Es mejor arrepentirse de lo que se hace que de lo que no se hace.Tiene el valor del aprendizaje que, para mí, es importante.
ResponderEliminarMe alegro de haberte sorprendido.
Besos y abrazos.
“ mientras uno elija lo que quiere, le irá bien.”
ResponderEliminarQuerida Liuva, qué razón tienes y qué difícil es...No siempre podemos elegir. Intentar sacar adelante la realidad no es tarea fácil. Las circunstancias que nos tocan vivir marcan, a veces, nuestro camino que no siempre es el deseado.
Me alegro de que te haya gustado este relato. Gracias por compartir tus momentos conmigo.
Besos y abrazos.
Hola Mari Carmen,
ResponderEliminarMétete en www.lauragallego.com y descubrirás a una escritora muy cercana.
Te diré que Gorlian es un lugar inhóspito. Como en tu relato. Merced a un encantamiento los que entran jamás pueden salir.
Un abrazo.
Iba leyendo el relato y pensando que lo veía demasiado corto y me parecía que no tenías tiempo para concluirlo cuando, de pronto, zas, allí está el inesperado final :D
ResponderEliminarNo sé cómo no lo vi venir si hace tiempo yo escribí una historia bastante parecida a esta :D
Me ha encantado, nos has llevado de manera magistral hasta la sorpresa final.
Besos
” Alzó el vuelo y se alejó hacia el sol naciente, y sus alas parecían arder a la luz del alba como si estuviesen envueltas en llamas.”
ResponderEliminar(Alas de fuego)
Gracias Jose, te prometo que pasaré a conocer a Laura Gallego. De momento ya tengo quien me ha prestado el libro. Aparecen ángeles... me gustará.
Besos y un fuerte abrazo
Querida Nany, no te imaginas la ilusión que me hace saber que he sido capaz de sorprenderte a ti, dueña de finales magistrales. Todavía no he decidido si empezar a escribir un diario o no ;-D... Y no cuento más, el que quiera saber de lo que hablo que pase por tu maravillosos blog.
ResponderEliminarGracias por tus vuelos que conectan afectos e historias.
Besos y abrazos.
Me ha gustado mucho, pero que mucho, mucho el relato. Sin embargo, me ha dejado un regusto amargo el que tengan que ser causas externas e incontroladas, ajenas a nosotros, los que nos liberen de las ataduras culturales y/o familiares, que en tu relato se retroalimentan.
ResponderEliminarEn cuanto al texto, excelente.
Felicidades.
Un beso fuerte.
Luismi, mi disidente favorito...
ResponderEliminarTenemos suerte de no habitar en el mundo de Nuk, por desgracia existen en la realidad. Lugares en los que poder elegir, que para nosotros es un derecho, es un triunfo.
Pero existen seres como Nuk que se rebelan contra las ataduras, contra los dogmas, contra normas que coartan la libertad e intentan romper la esfera de cristal. Espero que ellos te borren el sabor amargo.
Gracias por acompañarme en la imaginación y en la vida.
Besos y un fuerte abrazo.