El
rumor del cierre de fronteras, ante el éxodo masivo hacia Sudamérica, ha
disparado la afluencia al muelle. Mistura se coloca en la fila de embarque.
—¿Nombre?
—Mistura.
—¿Con
equis o ese?
—Soy
parónima, aunque prefiero con ese.
—¿Sabe
que su naturaleza puede modificarse al cambiar de país?
Mistura recapacita. En Sudamérica su nombre también significa
confeti. Expresión evocadora de alegría y que, seguro, no estará etiquetada de «fórmula
poco usada» como en España. Sin tiempo de aceptar,
observa a los estibadores recoger, a la orden de «ni una palabra más», las amarras..
Un jovial grupo
de vocablos recién nacidos rompe el silencio de la Academia. Mistura los mira
con nostalgia, antes de penetrar en la estancia de las palabras olvidadas.
El olvido contiene algo más que palabras: sentimientos, ideas, acciones inacabadas...
ResponderEliminarCreo que es una narración excepcional, no sólo por la originalidad del argumento, sino también porque se vive toda esa nostalgia final.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Qué razón tienes, Esther, fíjate que no temo al paso del tiempo sino al olvido. ¿Será porque como alguien dijo, quizás con razón, las mujeres vivimos de los recuerdos? No lo sé... Pero sí que son de mis posesiones más queridas.
EliminarBesos y muchos abrazos
Con tu permiso te transcribo unos versos que denotan la enorme conexión que hay entre nuestras escrituras. Del poema Coche escoba del libro inclemencias de un cardo borriquero.
ResponderEliminarComo se descuelgan los corredores
barridos por el coche escoba
así se van las palabras de sus idiomas
olvidadas de tan rebuscasdo su significado
o de la fonética imposible para niños y adultos...
Por cierto, mi último poema en el blog está dedicado a una persona que admiro mucho y que de continuo me sirve de inspiración, de guia y rumbo, porque donde ella va yo espero llegar.
Un fuerte beso
Qué lástima dan las palabras que quieren emigrar de su propio idioma, ¿verdad, Luismi? No hay más que personificarlas para darse cuenta de cuán grande es el dolor y la perdida…Y ahora soy yo la que no me resisto al deseo de compartir con los amigos el poema íntegro, para que disfruten con tu escritura.
EliminarBesos y muchos abrazos.
COCHE ESCOBA
Como se descuelgan los corredores
barridos por el coche escoba
así se van las palabras de sus idiomas
olvidadas de tan rebuscando su significado
o de la fonética imposible para niños
y adultos;
y los recuerdos de las vacaciones infantiles
los disgustos, los desalientos
agolpados en los asientos traseros
de la memoria para dejar sitio
a las frases de moda
a las anécdotas de sobremesa
a los amores apasionados
a la alegría y la furia incontenible
que hace hervir la vida
y olvidar el hecho más que probable
de también nosotros
formaremos parte del olvido.
Me has dejado sin palabras, Luismi, primero por la dedicatoria que me ha emocionado… y segundo, por ese maravilloso poema que responde a la eterna pregunta de para qué sirve la poesía y que animo a todos a que lean.
Eliminarhttp://psicopoetica-luismi.blogspot.com.es/2015/06/entre-cieno-y-tierra.html
Sabes que la admiración es mutua y, como muchas veces he dicho, yo de mayor quiero escribir como tú. Gracias de todo corazón.
La genialidad hacha palabras. Me parece un relato fuera de lo común. Bueno, la mayoría de tus relatos son así pero este tiene algo especial. Solo decir que me ha encantado aunque sea un verbo que no me acaba de gustar, por demasiado usado para quedar bien. Quizá debería cambiarlo por encandilado pero este suena cursi.
ResponderEliminarHay verbos que deberían tomarse unas vacaciones para cargar las pilas y volver renovados.
Ha sido un placer leerte.
Un abrazo.
No sabes cómo te entiendo, Josep, es una expresión que yo utilizo a menudo. A veces soy consciente y la envío, como bien dices, a descansar, pero me asalta en cuanto bajo la guardia ;-)
EliminarGracias por tus palabras tan generosas que me devuelven la confianza en mi escritura. Mistura llevaba mucho tiempo esperando para ser la protagonista de un relato —se lo debía a ella y a una persona a la que aprecio— y cuando por fin logré darle forma, pasó desapercibida incluso para personas a las que valoro como lectoras y críticas. Eso hace que te plantees muchas dudas… Pero ver que os está gustando hace que renueve el ánimo para continuar.
Un beso grande
Imaginativo cuento cuya protagonista es una palabra a punto de caer en el olvido. Por cierto, hace poco me enteré de que Andrés Trapiello publica el Quijote traducido al español actual. Pistonudo, pensé. Pronto sacarán una versión para chavales de quince años. El Quijote whatsapp. Sin embargo, cuántas obras excelentes de autores contemporáneos permanecen descatalogadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
No veo ninguna oposición en tus dos afirmaciones, José. Aplaudo el proyecto personal de Andrés Trapiello o el de cualquiera que anime a acercase a Cervantes y su extraordinaria novela. Y sobre lo de reeditar libros… ¿Cuántos? ¿Cuáles? Y en lugar de reeditar, ¿Por qué no editar las obras de quienes fueron acallados por el peso de la Historia? Complicado… Supongo que seguiremos visitando esas maravillosas ferias y libreras de segunda mano tan fascinantes, que, además, sirven para devolver la vida a muchos libros olvidados.
EliminarGracias por tu comentario que, desde luego, abre un amplio debate y con muchos puntos de vista y sensibilidades.
Besos y muchos abrazos
¡Qué lindoooooooooooooooooooooooooooooooo!
ResponderEliminarTenía que gustarme a la fuerza, niña dulce, ya sabes cuánto me gusta jugar con las palabras.
Besos.
Cómo para no saberlo... Tengo el placer de disfrutar de tus juegos, cielo. Eres una artista, jamás se te resiste ninguna :-)
EliminarBesos y muchos abrazos.