En la película de la vida el Hombre
crea constantemente nuevos decorados. A veces con la palabra, otras con la
imagen y algunas simplemente con el silencio.
El cine antiguo estaba lleno de secuencias calladas. Y, a veces, un fotograma se queda quieto en la memoria.
Son el tiempo y la perspectiva los que crean las historias. Aquí el fin está
grabado. Y parece cosa del pasado. ¿Marionetas, seres humanos? Seguramente la
mirada nos hace sonreír ante la necesidad de que el decorado vuelva a sentirse
vivo.
Es lo que sucede al mirar. Que
incluso las estatuas o los figurines parecen tener algo de corazón. Aunque
parezcan haberse detenido en otra época.
¡Qué de verdad hay en estas palabras Mari Carmen!
ResponderEliminarEscenarios. Nos movemos, vivimos, a veces actuamos en ellos, ¿o somos ellos nosotros mismos?
Yo me atrevería a decir que el cine mucho está lleno de poesía. Esos silencios, muchos de ellos son imagen poética.
Un besito.
¡Santiago…!! Qué alegría me has dado :-)
EliminarEs cierto que, a veces, parece que transitamos por los escenarios de una película, cuyo argumento se ha escrito sin nuestro consentimiento. Pero como actores y directores de nuestra propia vida, podemos decidir que escenas incluir y cuales eliminar, para acercarnos al final que deseamos. Como dice Benigni, en “La vida es bella”: “Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor. Y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad.”
El cine en general, no solo el mudo, como cualquier Arte, está lleno de poesía sensorial. Pero estoy de acuerdo que en el mudo la carga es mayor. Al no poder utilizar la palabra, cada mirada, cada gesto… contiene un universo.
Besos y muchos abrazos
Mari Carmen, gracias por rescatar la escena final de esta grandiosa película, un verdadero clásico del cine conteniendo una historia llena de magia y amor.
ResponderEliminarEn este fragmento, en el que Toto se muestra lleno de sentimientos al ver un viejo film hecho de los trozos censurados de las películas que presentaban en su pueblo, al igual que en toda la película, destaca además de esa imagen callada de la que hablas, la gran importancia y calidad de la banda sonora. Todo ello permite lograr sensibilizarnos en los momentos más dramáticos y nostálgicos durante el desarrollo de la obra y, de forma espectacular, en esta parte final.
Un abrazo.
Gracias a ti, Alicia. “Cinema Paradiso”, para mí una de las mejores obras del Séptimo Arte, no podía faltar en esta entrada por muchas razones. Entre otras, porque no hay mejor manera de cerrar este texto que con esos corazones callados por la censura y que Alfredo rescató del tiempo para Toto.
EliminarBesos y abrazos
Era yo un chaval cuando nos llevaron a todo el colegio a verla. Entonces sí que era grande el cine. Y recuerdo las risotadas junto a los compañeros. Es posible que ya, por aquel entonces, se me escapara alguna lágrima y que, para disimular, hiciera como que se me había metido algo en el ojo. Seguro que no fui el único machote. La profesora de latín, al volver a las tristes clases, se quejó de la escena onanista, y yo pensé en una novia que me había echado por aquel entonces. No puedo ver la película sin recordar todas estas cosas, fundidas para siempre con los fotogramas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también recuerdo con cariño, José, esos años de mi adolescencia, en los que el cine no solo era una ventana abierta al mundo, sino que me descubría a mí misma a través de los personajes que habitaban la gran pantalla. Yo creo que esa es la razón por la que los memoria se han fundido para siempre con los fotogramas.
EliminarGracias por compartir tu recuerdo. Lo valoro como el regalo y tesoro que es.
Besos y un fuerte abrazo
Gracias por regalarme otra visión de la escena. Me queda tanto por descubrir...
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Gracias a ti, Pedro, por ajustar tu mirada a la mía. A mí me encanta mirar a través de los ojos de los demás… Bueno, supongo que es una actitud normal entre los que crecimos amando la lectura y la Literatura.
EliminarA todos nos queda mucho por descubrir… y que no pare nunca :-)
Besos y abrazos
Qué texto... qué maravilla... "Es lo que sucede al mirar. Que incluso las estatuas o los figurines parecen tener algo de corazón. Aunque parezcan haberse detenido en otra época"... una maravillosa reflexión llena de poesía y sensibilidad.
ResponderEliminarGabriel García Márquez escribió, en “cien años de soledad: “las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarles el ánima”. Y a veces, si se sabe mirar, se consigue :-)
EliminarMe alegro de que te guste, Emilio. Siempre tienes palabras de ánimo para todo el mundo. Gracias.
Besos y abrazos.
Cómo me gusta lo que dices y cómo lo dices... Mi admiración.
ResponderEliminarEscoge (con permiso) cualquiera de los besos de ese vídeo y quédatelo de mi parte.
EliminarEnrique, me haces sonrojar. Nadie como tú para dotar de alma a las cosas, solo hay que leer “Ver para vivir”. Eres un maestro y un ejemplo.
En cuanto al beso… Me cuesta elegir uno solo, así que si no te importa, me adjudico tres o cuatro :-)
Besos y abrazos.
Una cara.
ResponderEliminarUnos ojos.
Una mirada.
Una sonrisa...
Y su ternura...
Junto al silencio prolongado.
Es para mi la mejor película. Se te queda grabada en el corazón y la persona que te lo trasmite.
un beso
antonio
Unos ojos, una mirada, una sonrisa y el silencio. No hay mejor diálogo, Antonio, que el que acabas de describir.
EliminarBesos y un fuerte abrazo
Es lo que sucede cuando mirás con el alma. Y creo que es tu caso.
ResponderEliminarSaludos hasta allá, Mari Carmen.
El mismo que el tuyo, Luna. Es lo que sucede cuando se lee con la mente y el corazón :-)
EliminarGracias por dejar un espacio en ambos para mis letras y traer un tu luz, que siempre que desapareces echo en falta.
Besos y abrazos que vuelen hasta ti.