"Lo que cuenta simplemente es ese momento de pánico
y no su explicación"
(René
Magritte) .............……..
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Los amantes de
Magritte
En la quietud del agua creíste hallar la paz que te negó
la vida. Te acercaste hasta su orilla con los bolsillos llenos de dudas. Pero
tus pies no lo hicieron, ni siquiera el musgo sujetó tus pasos sobre las
piedras... Gota a gota el agua te fue reclamando, te hizo suya.
Mi memoria se deshilacha, se desintegra...no
encuentro tu rostro. Solo me queda ese instante en el que el agua se quedó tu
espíritu y me devolvió tu cuerpo envuelto en lienzo.
Triste pero maravilloso..
ResponderEliminarBesos de domingo.
Texto, música e imagen geniales...Besos
ResponderEliminarTremendo texto, Mari Carmen, y encima la impactante imagen de Magritte. Me ha llegado al alma ese deshilacharse, desintegrarse la imagen amada en la memoria, porque es cierto que ocurre.
ResponderEliminarBesos
Querida Mari Carmen, has conseguido enfrentar mis sentimientos. He pasado el fin de semana en mi refugio disfrutando en la distancia de la exitosa presentación de Patchwork. A la vez he intentado convencerme de que "... la vida es mejor de lo que parece y aunque se lleva algunas cosas, a cambio, nos regala otras..."
ResponderEliminarConvencido, disfrutando de ese pensamiento tuyo, llego y me encuentro con esta entrada desgarradora. Me ha intimidado. Esta evocación ha cambiado lo pasivo en activo y me ha transportado a otra realidad que se me antoja: aunque la vida nos regala cosas buenas, a cambio se lleva otras, que permanecerán quietas en la cara negra de nuestra memoria.
Genial. Sin privarnos de la cara alegre, has sabido recordarnos la existencia de la cruz.
Muchos besos.
Alex
Te he esperado tanto!... y vienes con esta maravilla de micro.
ResponderEliminarGracias por seguir estando.
Un beso
Sí, tristísimo, pero tan bello... todo el conjunto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mari Carmen, ese lienzo que impide ver el rostro acaso indique que nadie se va del todo. Aunque con el paso del tiempo el recuerdo de su imagen se muestre difuminado, siempre queda algo en un rincón, en una fotografía, en una melodía, en un gesto,…, en lo profundo de los sentimientos.
ResponderEliminarBello texto que me encanto oír, escuchar y sentir el viernes pasado.
Un abrazo.
Querida Carmen, como dice Osho la tristeza tiene su propia belleza, ¿verdad?
ResponderEliminarGracias por tus besos de domingo que dosificaré para que me duren toda la semana.
Besos y un fuerte abrazo.
Gracias, Winnie, por no faltar nunca a la cita, tú si que eres genial. Me alegro de que te guste la entrada.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Querida Ana, este cuadro de Magritte, como dices tan impactante, siempre me ha impresionado. Para mí, independientemente del trasfondo de la historia que movió al pintor a realizarlo, es el reflejo del efecto que el paso del tiempo tiene en los perfiles de mis recuerdos.
ResponderEliminarEs curioso que recuerdo lugares, situaciones...y, sin embargo, me cuesta recordar las caras. A veces pienso que es como si mi cerebro desechara todo aquello que no sean los datos que él considera necesarios para la supervivencia...Y eso, en cierto modo, me angustia, porque yo necesito mantener vivos esos rostros.
Besos y un fuerte abrazo
Mi querido Alex, continua pensando que la vida, a cambio de lo que se lleva, nos regala otras cosas, porque no hay mayor fuerza que el positivismo para poder enfrentarnos a esa cruz que, por supuesto, no podemos obviar.
ResponderEliminarQue no te intimide esta entrada porque hay una buena razón para haberla puesto en este momento. Sabes que yo pienso que todo final es un principio que nos aproxima hacia otro final, que todo es circular...Pues precisamente este texto, que curiosamente es el primero del libro, fue con el que cerró el acto Emilio en la presentación. Y me apetecía que fuera el inicio de otro tramo del camino.
Reconozco que es un texto desgarrador. Escrito ante la atenta mirada de Magritte, a la luz de su historia y de esas palabras que nos advierten que, al menos esa es mi lectura, interrogarnos sobre ciertos hechos solo nos lleva a girar, una y otra vez, sobre nuestros pasos sin hallar ninguna salida. Y que lo que verdaderamente importa es el acto en si, ante el que debemos reaccionar.
Siempre, hasta de las situaciones más dolorosas, se puede sacar una lección positiva...Es la cara y la cruz de una misma moneda.
Besos y un fuerte abrazo.
Gracias a ti, querido Manuel, por esperarme, nos queda tanto por hacer y compartir...
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Es triste, Juji, es cierto, pero precisamente por eso he intentado aportarle belleza, me alegro de que la hayas visto.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo
Querida Alicia, lo cierto es que ese lienzo húmedo, que se adhiere al contornos de los rostros, es la conmoción que dejó en Magritte, siendo un niño, ver como sacaban a su madre del río. Es ese momento de pánico, del que habla en su cita y que yo intento reproducir en el texto, al que hay que enfrentarse.
ResponderEliminarPero la magia que tiene la Pintura, la Literatura...el Arte en general es que, como un poliedro, tiene diferentes caras, desiguales lecturas...diversos instantes de identificación que son los que permiten que la que la obra sea nuestra y se mantenga viva.
En cuanto a tu precioso comentario, tienes razón, nadie se va del todo. Se difuminarán los contornos, pero quedan en nosotros. Como dice nuestro querido amigo Alex, cuando algo muere...nace un sentimiento.
Alicia, a mí, que me gusta que me lean, me emocionó escuchar este texto leído por Emilio. Desde la distancia del oyente se ven otros matices distintos.
Besos y un fuerte abrazo.
En dos palabras: exce lente.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte
Un texto que me ha impactado. Magritte me emociona y tus palabras, esa imagen del cuerpo envuelto en un lienzo, me ha dado fuerte.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por dejarnos palabras que nos acompañan el día, la semana...
María
Y tú más, mi querido disidente, solo hace falta leerte...
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Querida María, no te imaginas cómo me alegran tus palabras...Saber que te gusta Magritte y que mi texto no solo no desmerece su obra, sino que incrementa un poco más tus emociones, es de las mejores cosas que alguien podía decirme.
ResponderEliminarGracias de todo corazón.
Besos y un fuerte abrazo.
Que belleza en tu texto al narrar la tristeza . Perfecta simbiosis con Magritte y el dolor de su pasado. Perfecta manera de atravesarnos y sin embargo hacernos sentir en armonía con los sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo mi niña. Qué alegría leerte!
Mi querida Rosa, qué bonito eso que dices de sentirse, a pesar de todo, en armonía con los sentimientos. Si algo he echado de menos, en esta pequeña pausa, es leeros y conversar con vosotros.
ResponderEliminarTi si que emanas armonía, cielo. La sonrisa de tu Gioconda es hermosa, pero la tuya reconforta mucho más.
Besos y un fuerte abrazo.
Mari Carmen, ¡hola! por tu buen hacer, te he traído un regalo de las Vegas :)
ResponderEliminarBesitos.
Que ilusión, Juji, que te hayas acordado de mí...Un regalo...y de Las Vegas!!
ResponderEliminarNo puedo con tanta emoción, vooooooooy.
Cuentas magistralmente la historia de esta pintura, que es también la de René Magritte, su autor. Pero no quiero desvelar nada, que cada cual investigue. Sólo diré que no hay nada que marque más la infancia de un niño que su madre, y que madre no hay más que una y a Dios gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como sabes elegí este texto como cierre de mi presentacíón y comienzo de tu lectura en el Ayuntamiento de Portugalete. Es un texto profundo, magníficamente escrito, y que invita a pensar. Ya sabes lo que eso significa en mis lecturas: punto de calidad. Me gusta tu Literatura, Mari Carmen, me gustan tus enfoques, siempre buscando algo más en lo que observas y que luego es base de tu escritura. Te has convertido en una espléndida autora. Rica en lenguaje y construcción, pero sobre todo, rica en ideas. Y eso es, para mi, fundamental en Literatura. Enhorabuena. Por este texto. Por tu libro. Por tu trayectoria. Por el futuro que se va haciendo presente.
ResponderEliminar¡Qué triste y qué bonito! Felicidades, Mari Carmen.
ResponderEliminarUn beso.
Qué razón tienes, Jose Antonio. En los primeros años de nuestra vida la madre significa confianza, seguridad, protección...dios mío parezco el anuncio de una aseguradora, pero es así, solo que la póliza de seguro se puede rescindir, el vínculo materno filial, no. Queda ahí como un poso, para siempre.
ResponderEliminarAlgunos hasta escuchan la voz de su madre, siendo adultos, cada vez que conectan el navegador del coche... :-)
Besos y un fuerte abrazo.
Algo tienes tú que ver en esto, Emilio, igual que los compañer@s. Digamos que soy una alumna, no aventajada pero si aplicada, con grandes maestros y que intenta, igual que vosotr@s, dar lo mejor que hay en mí.
ResponderEliminarNo sé cómo agradecerte las palabras hacia mi Literatura y, sobre todo, el honor que me has hecho prologando el libro. Un prólogo precioso, que me llena de emoción y que además, literariamente hablando, es un gran texto.
Gracias de todo corazón por tantas cosas...
Besos y un fuerte abrazo.
Gracias, mi dulce soñadora. Espero que si de lo aquí escrito queda algo en ti, sea la parte bella y no la tristeza.
ResponderEliminarNo quiero verte triste, ni leyendo.
Besos y un fuerte abrazo.
Jajaja. Estoy enfermo, lo sé, pero al menos mi enfermedad hace reír.
ResponderEliminarAbrazos.
¡Más bonito!
ResponderEliminarEstoy deseando de que me llegue el libro, ya queda menos.
Un beso, preciosa.
Laura Frost
Sí, Jose Antonio, estás enfermo, sin duda, y espero que sea una enfermedad incurable. Prométeme que, por si acaso, no acudirás al medico para comprobarlo. Te necesitamos así, crápula perdido :-)
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Ay, mi hadita querida...Cómo me gustaría ver tu cara y la de Mare cuando abráis el libro. Menos mal que envío a una espía para que me lo cuente.
ResponderEliminarBesos y un fuerte, pero que muy fuerte, abrazo.
Be water, my friend
ResponderEliminarSin problema, Rit, soy del mar. Ya sabes que viajo, cada tarde, dos o tres veces hacia Itaca :-)
ResponderEliminarNo te imaginas cómo me alegra tenerte aquí.
Besos y un fuerte abrazo.
Y esa es una de las mejores cosas que Itaca tiene, I think
ResponderEliminarExcelente texto, Atxia, como todos los tuyos. Dicen tanto...
ResponderEliminarY quiero felicitarte, aunque tardíiiiisimo, por tu maravilloso Patchwork. Que será la vida, seguro, la vida en pequeñas piezas, todas ellas con ese encanto tan tuyo.
¡¡FELICIDADES, PRECIOSA !!
Y un beso enorme.
Núria.
Y la compañía, Ritman, no olvides que los compañeros de viaje son importantes para que la estancia sea placentera.
ResponderEliminarQué alegría me ha proporcionado tu visita, Leerio, un amigo nunca llega tarde, que lo sepas :-)
ResponderEliminarGracias por tus palabras hacia el texto y hacia Patchwork que como dices es la vida. Cada recuerdo, cada pensamiento, cada decisión...es un trozo de tela, de distintos colores y formas, que vamos cosiendo o hilvanando para, como digo en un poema, acomodar la vida a nuestra talla.
Besos y un fueeeeeeeerte abrazo.
Bueno...
ResponderEliminarya tú sabes...Internet también hace extraños compañeros de viaje.
Qué razón tienes, Ritman, Internet hace compañeros de viaje. Extraños, ¿quién no lo es? Pero sobre todo muy interesantes, y, con el tiempo, menos virtuales de lo que parece.
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