El desasosiego le persiguió durante toda la jornada. No podía quitarse la imagen de la triste joven de su cabeza. Sus ojos suplicantes, esos ojos almendrados en los que se podía leer el cansancio, el miedo y la desesperación. Se tomó una copa de Whisky para abotargar sus sentidos, eran tantos los días que llevaba sin dormir. Cada vez que conciliaba el sueño, la joven acudía a él suplicándole.
-Ayúdame por favor , quiero descansar, tienes que acabar con esta tortura. Hace meses que subo a los cielos y desciendo a los infiernos. No sé en que mundo vivo, si es que vivo. Ya no sé si vivo una pesadilla o sueño una vida.
Recordó que tras verla en un sueño, la acercó a su mundo haciendo que renaciera cada día en sus textos. Andrea...siempre Andrea vestida de palabras y versos.
La voz martilleaba dentro de su cabeza. Sabía lo que debía hacer. Se levantó. Caminó lentamente hasta el ordenador. Miró tristemente la pantalla y añadió una palabra, FIN.
Apagó el ordenador mientras oía la voz de Andrea cada vez más lejana.
-Gracias, por dejarme marchar.
-Ayúdame por favor , quiero descansar, tienes que acabar con esta tortura. Hace meses que subo a los cielos y desciendo a los infiernos. No sé en que mundo vivo, si es que vivo. Ya no sé si vivo una pesadilla o sueño una vida.
Recordó que tras verla en un sueño, la acercó a su mundo haciendo que renaciera cada día en sus textos. Andrea...siempre Andrea vestida de palabras y versos.
La voz martilleaba dentro de su cabeza. Sabía lo que debía hacer. Se levantó. Caminó lentamente hasta el ordenador. Miró tristemente la pantalla y añadió una palabra, FIN.
Apagó el ordenador mientras oía la voz de Andrea cada vez más lejana.
-Gracias, por dejarme marchar.
Pocas veces he temido estropear una entrada con un comentario, tan osado soy, pero esta vez tengo la duda de si voy a hacerlo. Por eso voy a irme a descansar con la voz de Manolo Garcia y su Rosa de Álejandría y tu texto, ese bello, precioso texto, que confirma en azules ese doble viaje de la mente y la mano sobre el ordenador, ese viaje que los que estamos aquí emprendemos con la mochila llena de palabras para irlas repartiendo en espacios vacíos que el sentimiento y la inteligencia deben llenar. Y ya, como casi siempre, he dicho más de lo que debiera haber dicho. Porque si un texto habla solo, o sugiere algo más allá de las palabras, el comentarista debe, simplemente, tocar la campana del carrito de los helados para avisar que pasa.
ResponderEliminarMira Port, no es tiempo de helados. Deja que el texto se lea y que las peticiones las cumpla el autor. Tú, aquí, Port, estás de adorno y paso.
El descanso va mucho más allá.
Hola...estaba yo dando vueltas al tema de la relación entre autores y personajes, acordándome de Niebla, de Unámuno, quizás la novela más innovadora e interesante de D. Miguel, y también de ese juego de Pirandello en "Seis personajes en busca de Autor" y, de repente, ha caido en mis manos esta pequeña joyita de una autora de la que había leído algún comentario, pero que ahora leo en directo y me gusta por la facilidad de su prosa, el modo en cómo mezcla elementos reales e imginarios y también porque detrás de lo escrito siempre se vislumbra un mundo tácito personal que sin duda va más allá de lo expresado. Me gusta mucho El Descanso porque la sorpresa final demuestra la implicación de la autora y la perfecta traslación que hace, sin nombrarlos, de los sentimientos a la acción, por parte, precisamente, del personaje, escritor a su vez, hacía su criatura. Con la tremenda habilidad de que sólo al final descubrimos la doble faceta de ambos. Magnífico.
ResponderEliminarBuen relato para empezar el día...o acabar la noche, según donde uno se encuentre.
David Nihalat
No sé. ¿Por qué el nombre de Andrea? Yo también tengo un personaje que se llama Andrea. Me habla en sueños. Yo la llamo Andrea, la voz de voces.
ResponderEliminarElla también sube a los cielos, cuando recita El Quijote, y baja a los infiernos, cuando vuelve a la tierra. Vive en el ordenador, y en mi cabeza.
Me gusta este texto. Lo veo muy sugerente, cargado de electricidad. Sí, definitivamente, sí.
Pero yo todavía no he puesto la palabra fin. Acabo de empezar.
Es más, cuando ponga esa palabra ella estará muerta para siempre. Ahora por lo menos tiene la oportunidad de ser alguien.
No me extraña que algunos personajes de ciertos relatos, después de pasar tantas penurias acaben exhaustos, como le sucede a Arnau en "La catedral del mar" o a Aliena en"Los pilares de la tierra".
ResponderEliminarSé que está muy mal hecho por mi parte, pero en ciertas ocasiones, mi angustia supera la lógica de todo buen lector que se precie, cuando veo las cosas crudas, me voy hasta el final para ver si descansan por.......FIN.
Jolín Carmen, con tu pluma haces, que cada vez vea la tinta más clara y ordenada,como dices tu.
.
Precioso relato.Besos.
Toñi
Lo cierto Emilio, es que tú jamás podrías estropear ninguna entrada con tus palabras y, menos, cuando el comentario amplia lo que siento, en una simbiosis perfecta con mi texto. Tú como siempre sumando, nunca restando.
ResponderEliminarLo único que siento, es no haber oído el carro de los helados. Porque siempre es tiempo de helados, aunque sea invierno y esté nevando.
Un beso y gracias por tu osadía.
Hola David, que grato encontrarte aquí.
ResponderEliminarAnte tus palabras no me queda más que concederte toda mi gratitud y hacerte una pregunta.
“demuestra la implicación de la autora y la perfecta traslación que hace, sin nombrarlos, de los sentimientos a la acción, por parte, precisamente, del personaje, escritor a su vez, hacía su criatura.”
¿Tú crees que elegimos a los personajes, o son ellos los que nos eligen nosotros y simplemente nos limitamos a trasladarlos al aire? Te aseguro que a veces no lo tengo tan claro.
Espero que regreses pronto.
Un abrazo.
Una vez leído el micro y los comentarios me ha venido a la cabeza la reflexión de cómo pudiera ser la relación del autor y sus protagonistas.
ResponderEliminarHe intentado ponerme en esa situación imaginaria.
Sólo pensando en mis textos podía hacer una aproximación fidedigna a dicha relación. Y acabada la misma me he dado cuenta que me llevo muy bien con mis personajes.
Mari Carmen, sabes que me gusta una lectura si consigue trascender en mi interior. Con tu relato se ha dado esa circunstancia.
Un abrazo
Por alusiones: nunca elegimos a los personajes, nos salen al paso. Como la vida. Esto me trae a la memoria una frase de Picasso cuando le preguntaron en una ocasión qué buscaba al pintar. El contestó: "Yo no busco, encuentro" Pues eso. Salir a la calle es siempre una aventura donde lo inesperado acecha. Y, sin darnos cuenta, las muchas veces que hemos salido a las calles del mundo, los sucesos han ido acumulando impresiones en nosotros, creando, poco a poco, personajes escondidos que, de repente, salen y nos dicen: "Eh, que estoy aqui, quiero hablar, quiero moverme". A veces esos personajes llevan tanto tiempo dentro que nos creemos que los que hablamos y nos movemos somos nosotros.
ResponderEliminarEsto, más o menos, supongo que contesa a tu pregunta...que no era una pregunta sino una autocontestación, espero que, ahora, compartida. Con afecto.
David Nihalat
No sé porqué razón me costaba encontrar nombres para los personajes de mis relatos. Un amigo me dijo que pensara en el personaje y el nombre vendría a mí. ¿Por qué Andrea? No lo sé, simplemente es el nombre que me evocó el personaje.
ResponderEliminarSantiago, pensé que venías a reclamarme la frase que un día te regalé. Veo que no te has dado cuenta ¿no la ves? “No sé si vivo una pesadilla o sueño una vida” El relato que he escrito es lo que sentí con nuestra Elvirita.
En vista de que yo he dejado que se marchara mi Andrea, continuaré tras los pasos de la tuya, espero que no sufra tanto como la de mi relato.
Un beso.
Toñi, sabes que siempre te reprendo por lo que haces.
ResponderEliminarEs normal que con ciertos personajes sientas más empatía que con otros y sufras con ellos o rías...esa es la magia de la literatura. Pero debes crecer con los personajes, caminar con ellos no coger atajos, o la magia desaparece.
Espero que realmente lo veas más claro y por fin consiga que disfrutes leyendo.
Un beso.
Alicia, cómo no llevarte bien con tus personajes. Los creas, los mimas, convives con ellos durante días, y desde el día que ven la luz te recreas con ellos.
ResponderEliminarSon la proyección de tus momentos, sentimientos,
imágenes...son al fin y al cabo, parte de ti.
Un beso.
David ¿Qué hora es en Australia? ¿No deberías estar durmiendo?
ResponderEliminarMás de una vez cuando hemos cruzado comentarios, he dicho que me gusta tu mente clara: “Yo no busco, encuentro” Esta frase lo dice todo.
Y sí, no era una pregunta, como tu bien dices, sino una confirmación a lo que pienso o una autoreflexión.
Un abrazo.
Hola Mari Carmen, no es bueno obsesionarse con nada ni con nadie, aunque la obsesión esté revestida de palabras y versos. Centrar nuestra vida en un único objetivo, empobrece la mente y limita las ilusiones. Además del ordenador existen otros lugares donde dirigir nuestra miradas. Esto es sólo una opinión personal. Por lo demás, me parece un texto magnífico, algo a lo que ya nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn beso.
Mila
Querida Mari Carmen, lo primero, pedirte perdón por haber tardado tanto en volver a tu casa recién estrenada. Tú no mereces tanta tardanza ni, por ello, hacerte esperar. Lo mejor de todo, después del retrasó (es que pinchó el metro), es la sensación que me ha transmitido tu "breve" con esa relación que planteas entre el escritor y el personaje que le habita. Me has hecho reflexionar gratamente y me he identificado con tus personajes. Con frecuencia
ResponderEliminargozamos sus bondades y sufrimos sus vilezas. Es cierto que a veces nos ocupan y nos someten a desasosiegos y desvarios. Es un conflicto asumido en el juego de las palabras. Sin embargo, no había pensado tanto en que los personajes pudieran tener la necesidad de salir de nosotros, y, ¡fíjate!, es cierto. Qué despertar tan original. Entran, salen, los sacamos y nos dejan y se quedan, nos quedamos, todos tan tranquilos. Creo que a partir de ahora pensaré más en esos puñeteros inventados y los trataré mejor y abriré todas las puertas del ordenador para que puedan irse los domingos a su baile apetecido. Nunca pensé que ellos también tuvieran su conflicto y la necesidad de luchar para salir de la prisión de las teclas, donde quemamos sus vidas hasta privarles de liberta para hacer con ellos lo que nos place. No tenemos derecho, algún día nos lo harán pagar, como hizo Andrea. Me encanta tu casa, y no saldría de ella, pero no debo abusar de tu hospitalidad y de los buenos amigos que también disfrutan contigo.
Antes de irme, por si te interesa seguir dando trabajo a Andrea en tu colección de breves magistrales, aquí te dejo su ficha personal:
ANDREA
Significado:
Valiente y bella.
De origen griego.
Caracteristicas:
Es sensible, tiene una gran voluntad para todo lo que se propone. A veces es reservada y otras veces saca a relucir su fuerte personalidad. Es afectuosa y leal.
Amor:
Busca a alguien en quién confiar
y da lo mejor de sí misma.
Fecha de su onomástica:
30 de noviembre (San Andrés).
Conocidos y famosos:
Andie Mac Dowell (actriz).
Andrea del Boca (actriz).
Andrea del Fin (personaje creado por Mari Carmen Azcona para reinventar el mundo, invitarnos a un güisqui y proponernos una hora para cerrar el ordenata)
Gracias por "El Descanso", joya de gran valor, y muchos besos "resalá".
Alex
Hoy, querida amiga no quiero (¿no puedo?)obsesionarme con ningún personaje de ningún relato o novela, porque el horror de lo que veo en Haití me supera. Y más cuando pienso que si las cosas hubieran sido diferentes en el pasado, el desastre hubiera sido mucho menor o casi nulo.
ResponderEliminarMi espíritu no puede (¿no quiere?) descansar pensando en la fragilidad, la impotencia, el abuso, la marginación, la insolidaridad y el expolio del pasado. Hoy el personaje, este personaje, lo ocupa todo y como el de la novela Génesis que acabo de leer ( Anaximandro), me supera, porque llego a la conclusión de que, en el futuro, todo es posible en este perro mundo con este perro sistema económico.
Un abrazo
Valeriano
Mila, sabias palabras, estoy completamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarLas obsesiones no son buenas, limitan todo, la mente, la vida...e incluso impiden que se disfrute de lo deseado. Sólo aportan infelicidad y autodestrucción.
En nuestro caso, lo demostramos cada día, el ordenador es un medio para conseguir un fin, escribir, aprender, soñar...o como ocurre en este momento, disfrutar con tu presencia.
Siento no conocerte el sábado, pero la próxima vez guárdame un asiento junto a ti.
Un beso.
Alex, no tienes que pedir perdón. Si un amigo no acude a mi casa, sé que es porque no puede, no porque no lo desee, aunque debo reconocer, que echaba de menos la alegría de tus palabras.
ResponderEliminarPuede que los personajes tengan conflictos o, puede que sea mi imaginación desbordante tras años de lectura. Date cuenta, que yo siempre he estado junto a los personajes, no junto al escritor.
Gracias por la ficha personal de Andrea, se ajusta perfectamente a su perfil. Sé que quién habla, tachando a Andrea como personaje conocido o famoso, es tu buen corazón, pero ten cuidado que como te oiga se va a poner insoportable creyéndose más de lo que es ¡Ahora que había conseguido que se marchara!
Besos y abrazos, te los mereces, no por llegar tarde, sino por llegar.
Haces bien Valeriano en no quedarte en silencio, porque el horror camina por Haití... porque era una muerte anunciada.
ResponderEliminarHace unos años fueron unas terribles inundaciones las que asolaron el país arrastrando cadáveres entre el lodo. Hoy el terremoto segó miles de vidas y segó las vidas de los que han quedado en pie. Siempre llueve sobre mojado.
Ojalá me equivoque, pero si no aprendimos entonces ¿nos servirá de lección el horror de hoy? Mucho me temo que no.
Comparto tu sentimiento, un abrazo.