Aliento
Los días ocultan
entre las manos
su cabeza.
Se amontonan
las palabras
que empiezan a crecer.
Palabras que se balancean
y caen, mientras su sombra
se multiplica en sueños.
Siempre nos queda el aliento
de un poema perdido,
entre las ropas colgadas
que ventilan la verdad
y la mentira.
Hoy hemos estado muchos de los que formamos Escritores en Red al lado de Ana y Luismi en el recital que han dado en Libertad 8, en Madrid. Y, por eso, el recital ha sido algo suyo y también algo nuestro. Estoy seguro de que no les ha faltado, en la distancia, tu aliento. Porque tú lo explicitas, constantemente, como apoyo de nuestras ilusiones, de las del grupo y de las de cada uno de nosotros. Por eso, y un minuto antes de irme a descansar de este complejo y recordable día, quiero poner este comentario porque siento que, de alguna manera, este grupo de escritores amigos tiene su corazón firmemente asentado más allá de la presencia física. Se ha notado el aliento de los que, estando lejos, están cerca. Como tú, Mari Carmen. Te doy las gracias por esta entrada y tu poema, que estoy seguro tiene la intención de reflexionar sobre la vida, pero también de apoyar la amistad, el cariño y el esfuerzo, puesto hoy en la palabra, de dos compañeros en un precioso recital.
ResponderEliminarSí Emilio, no hay geografía que separen los afectos excepto la que nosotros decidamos que exista. Los éxitos de los compañeros son los de todo el grupo, compartimos ilusiones, alegrías y, quizás, alguna tristeza, la vida tiene esos altibajos. Por eso ayer estuve junto a Ana y Luismi. A las nueve en punto, Ana advirtió que quizás no fueran puntuales, pasee por sus blogs y me impregné de su mirada, aplaudí y sonreí sabiendo que el éxito estaba asegurado.
ResponderEliminarSí, me pareció oportuna esta entrada, este aliento que nos recuerda que siempre encontraremos apoyo entre las metáforas, propias y ajenas, que juegan con las letras, que cuentan historias....Como dice Enrique tan magníficamente: “Escribir por si alguien, algún día, tiene un dolor de corazón idéntico o sufre una alegría semejante”
Yo ayer, además de nervios, sentí alegría...estuve allí.
Un fuerte abrazo.
Y nosotros sentimos tu aliento, el aliento
ResponderEliminarde un poema perdido,
entre las ropas colgadas
que ventilan la verdad
y la mentira. Estabas allí.
Un beso enorme.
Querida Ana, ayer escuché los aplausos y me llegaron rumores, bien intencionados, de vuestro éxito...Estuve allí.
ResponderEliminarEnhorabuena, os lo merecéis. Sois dos magníficos poetas.
Besos, muchos abrazos.
N.
Espero con ansia las grabaciones de Enrique.
Mari Carmen, a partir de ahora en vez de decir que “has construido un emotivo poema” debiéramos decir que “has lanzado palabras que se balancean”. El balanceo muchas veces alude a la necesidad de encontrar el equilibrio, de estar en contacto con nuestro yo interior para alejarlo del abismo. En otras ocasiones, mediante ese balanceo se busca el contacto con los demás para buscar el consuelo-ese aliento en el poema perdido- o el placer-cuando tras ventilar la ropa uno se encuentra ante la verdad-.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mari Carmen,
ResponderEliminarA veces pasan días sin que hable con nadie (me refiero de verdad), y eso que no soy una persona especialmente tímida.
Afortunadamente, en los amigos de la Nieve siempre hay una palabra de aliento en un mundo sin semáforos.
Precioso poema. Me encanta la imagen de las ropas colgadas. Al final, pese a las etiquetas, nadie es más que nadie.
Un abrazo,
Jose
La vida es movimiento constante: andamos corremos, pensamos, aprendemos, soñamos...Y el balanceo, como bien dices Alicia, es la búsqueda de equilibrio ante los terremotos interiores o exteriores. Es difícil encontrarlo. Las palabras amigas, los versos, las canciones...eta besarkadatxuak son soplos que ayudan a localizarlo. Sin olvidar que el balanceo también es imprescindible para bailar.
ResponderEliminarConsuelo o placer, el aliento es siempre necesario.
Besos y un fuerte abrazo.
Jose, qué preciosa frase: “ en los amigos de la Nieve siempre hay una palabra de aliento en un mundo sin semáforos.” Te falta añadir con "alevosía", porque no habría Nieve sin la colaboración de todos los copos: distintos, maravillosos y casi perfectos.
ResponderEliminarClaro que todos somos iguales, el que no lo crea así tiene un problema. Yo soy de las que odio las etiquetas, siempre las corto...rozan la piel ¿verdad?
Un fuerte abrazo
Echamos de menos darte un abrazo y escuchar tu sonrisa y tus latidos en una noche intensa y emotiva, donde la amistad y la poesía se unieron mas que nunca y nos dejaron el sabor de la victoria; pero no echamos de menos tu presencia, porque estabas allí, entre nosotros, entre todos los que amamos la poesía y la amistad, donde no podía faltar tu apoyo de cada día.
ResponderEliminarUn abrazo Mari Carmen y gracias por tu aliento
“ la amistad y la poesía se unieron mas que nunca y nos dejaron el sabor de la victoria.”
ResponderEliminarHermosa frase querida Rosa, muy hermosa, en la que, por supuesto, me incluyo porque ése el espíritu que nos empuja a compartir este camino. El aliento de los que faltan siempre nos acompaña.
Un fuerte abrazo.
Corazón de corazones, tus apoyos nos hacen ser más fuertes, nos agarran a la tierra, y en ese balancín que es la vida ahí estas tú, para darnos empujes cuando nos sentimos cansados, para frenarnos cuando nos disparamos.
ResponderEliminarTe invito hoy a que te sientes tú en la mecedora de los tiempos, para que nos dejes cuidarte las palabras de los días, para que saborees los versos de domingo.
Para que te sientas cuidada por todos a quienes nos mimsa con tus comentarios certeros y amorosos.
Recibe con placer el aliento de un Madrid que late distinto desde que llegaste a nuestras vidas.
Besos y abrazos, muakales y patios, para ti Mariatxu.
Nelken
Querida Nel, qué hermosa mecedora, qué sensación más placentera...Aquí estoy meciéndome al ritmo de tus latidos, junto a la lumbre de tus palabras que me abrigan en este domingo vestido de invierno.
ResponderEliminarRecojo con felicidad ese aliento que llega desde Madrid. Ciudad que se ha convertido, gracias a vuestro cariño, en mi ciudad. Por sus calles camina un trocito de mi corazón.
Musu eta besarkada asko bihotz-bihotzekin.
"Entre las ropas colgadas que ventilan la verdad y la mentira" ¡Qué bueno, Mari Carmen! La verdad y la mentira deambulan por cada recoveco del mundo. A veces es dificil distinguirlas porque en muchos casos van disfradas. Por suerte: "Siempre nos queda el aliento de un poema", que nos haga sentirnos cerca de la verdad.
ResponderEliminarUn besito.
Mila
“ Tu verdad no; la verdad
ResponderEliminary ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.”
Antonio Machado
Mila, hay verdades a medias, hay mentiras piadosas, hay verdades mal entendidas que se convierten, para el receptor, en mentiras...qué complicado, como todo lo relacionado con el ser humano.
Como dices, deambulan por el mundo y es difícil distinguirlas. Por eso hay que airear la ropa... A veces, el paso del tiempo cambia el color de la mirada, sobre todo si, como dice Machado, se camina colectivamente en busca de la verdad.
Besos y un fuerte abrazo mi querida soñadora.
Me gusta el color azul del “Aliento” y el sabor de los poemas cocinados a fuego lento. De esos poemas que nutren...de los que alimentan el alma. De esos poemas que se visten de versos pintados de bondad...de los que nacen en el silencio del corazón.
ResponderEliminarBueno...de este precioso poema.
Muchos besos.
Toñi
Mi querida Mari Carmen:
ResponderEliminarCuánto habría dado por estrecharte un abrazo el 15. Pero tú siempre estás presente porque vives en nuestros corazones por esa forma de dejarte querer donde no existen barreras.
Tu poema es muy original y reflexivo.
La verdad la mentira...
Diría nuestro polifacético Woody Allen: "Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida"
Yo diriá que, en ocasiones la mentira es una verdad temporal y casi necesaria. Ojo que esto es para entenderlo en el mejor sentido de la palabra.
Pero ahí respondería Pío Baroja y dándo en parte la razón a mi planteamiento:
"Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos"
Por ello te digo que tu poema es muy profundo.
Te felicito amiga, por cómo eres y por lo bien que escribes.
Besos y abrazos,
Cris.
¿Abatimiento o reflexión?. Esa cabeza entre las manos... ¿Huida o reencuentro?.
ResponderEliminarCuando las palabras se amontonan, la mejor vacuna es el silencio. Luego, el eco de la noche creará los fantasmas necesarios para nuestro sosiego... o para aumentar la angustia.
en cualquier caso, te eché de menos el viernes.
Un beso.
Toñi, con la refracción de los sentimientos, igual que ocurre con la luz, se crean los colores del aliento. Rojo pasión, verde esperanza, amarillo, rosa, violeta...o azul. Azul como las manos que refrescan el cansancio, como la fuente que emana paz, como la brisa que habla en silencio...o como tus bellas palabras que me llenan de emoción.
ResponderEliminar¿Se nota que el azul es mi color favorito?
El color de cielo, del mar...de la tranquilidad.
Besos y abrazos.
Querida Cris, Como le dije a Mila, qué complicado es separar la verdad de la mentira...Yo creo que nadie está en posesión de la verdad absoluta, todo es relativo. La historia nos ha demostrado que verdades, en su momento irrefutables, como que la tierra era plana, o que el sol giraba alrededor de la tierra, o...con el paso del tiempo no fueron ciertas.
ResponderEliminarLo que importa es la intención que hay tras las palabras y buscar, como dice Machado, la verdad juntos.
Sentí de corazón no haber estado el viernes. Me hubiera gustado veros a todos, pero llegará el momento.
Besos y abrazos.
Qué razón tienes Manuel, la mejor vacuna es el silencio y el paso del tiempo. Luego, como bien dices, los fantasmas se encargarán de aumentar nuestra angustia, de darnos sosiego...o de ayudarnos a encontrar la paz escribiendo unos versos con los que ordenar el alma.
ResponderEliminarEl viernes no me viste pero estaba allí, junto a vosotros...el abrazo sólo se dilata un poco más en el tiempo, pero llegará.
Mientras tanto, besos y este abrazo.
Mari Carmen!!que concurrido esta tu blog!!jeje. Y no me extraña, porque esa ultima estrofa es genial, me gusta mucho!!!
ResponderEliminarMe habría gustado conocerte el otro día, pero será la siguiente verdad??un besote!!!
Si, Pilar la verdad es que está concurrido...estábamos esperando tu sonrisa, siempre alegras cualquier espacio.
ResponderEliminarMe alienta saber que te ha gustado la última estrofa. Tú también sabes encontrar poemas perdidos y buscar aliento en ellos.
Cielo, te he prometido que nos conoceremos y lo cumpliré. Mientras tanto besos y un fuerte abrazo (el cariño, te lo aseguro, es el mismo)
Precioso poema, sobre todo esos últimos versos tan visuales, esa ropa colgada y movida por el viento que va destilando verdades y mentiras. Te superas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Maribel, ha sido de las pocas veces que me ha gustado hacer la colada ja, ja, ja...y parece, que el esfuerzo ha merecido la pena.
ResponderEliminarTus palabra siempre recargan mi ánimo, gracias por acompañarme.
Besos y abrazos.
Al poema perdido, M. Carmen, hay que regresar y cierto es, para vivirlo.
ResponderEliminarBesos.
Si, Jesús, hay que volver para vivirlo, para soñarlo o para desinfectar el alma y el pensamiento.
ResponderEliminarSiempre quedará un poema perdido que ofrecer o que encontrar. Su búsqueda es parte del camino.
Besos y abrazos.
Precioso poema, con una estructura muy personal pero impactante. Muchas gracias por tus infatigables ánimos.
ResponderEliminarluismi
Luismi, darte ánimos no me causa fatiga, al contrario, me anima el camino...tener grandes poetas como compañeros es alentador. Sólo espero tener dentro de poco “La enfermedad de la prisa” en mis manos. Será, estoy segura, un magnífico libro de cabecera.
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras sobre mi poema, significan mucho para mí.
Besos y abrazos.
Amiga mía:
ResponderEliminar¡Ah si nos faltara el aliento del que hablas¡ Porque lo es todo: el aire de la vida, de la palabra, de la mano en el hombro, de la verdad y a veces también de la mentira necesaria para seguir por el camino, por la subida, la bajada y la caída. Quién tuviera siempre el poema necesario para que nunca le falte a uno el aliento imprescindible con el que evitar la muerte súbita.
Gracias por tu poema , reflexión sobre tantas cosas.
Un abrazo,
Valeriano
Nunca nos faltará el aliento, ni el poema necesario. El secreto, tu lo sabes, está en no buscar sino en hallar. Estoy segura de que no te faltan manos amigas, respuestas a preguntas no realizadas...y poemas prendidos en los recodos del camino.
ResponderEliminarYo te presto mi mano y mi poema.
Besos y abrazos.